Por: María de las Nieves Fals Fors
Historiadora del Arte
En horas de la mañana del sábado 17 de diciembre, Día del Artista Plástico Dominicano, con un público integrado por artistas visuales, comunitarios de Villa Consuelo, gestores culturales, Historiadores del Arte, estudiantes de Historia y Crítica de Arte y público en general, se celebró un significativo conversatorio titulado “Los artistas en la Sociedad Dominicana en el presente y la proyección futura”.
El tema fue analizado forma objetiva, reflexiva y crítica en un panel integrado por destacados maestros de las artes visuales dominicanas: Alonso Cuevas, Alberto Bass y Freddie Cabral, teniendo como moderador al maestro Freddie Javier. Lo interesante y urgente del tratamiento de este tópico, así como la necesaria búsqueda de soluciones para la situación actual del artista plástico y de otras manifestaciones en nuestro país, motivó un amplio debate donde se hicieron propuestas de soluciones sumamente interesantes.
Alberto Bass, leyó una propuesta cuyo Plan de acción se encamina básicamente al logro de una mayor valoración, por parte de las autoridades y de la sociedad, del papel del artista como difusor y defensor de los valores culturales del pueblo dominicano, al rescate de los elementos de alta trascendencia de nuestra identidad cultural, al desarrollo de la educación artística en barrios y comunidades, a la promoción cultural a través de medios de difusión masiva y a la unión entre los artistas para el logro de propósitos comunes.
Una mirada hacia adentro, una revisión de la situación social del artista, la demanda de una crítica no sesgada, cercana y en contacto directo con el creador y su obra, la búsqueda de lo propio sin esperar a que vengan de otros lares a “descubrir” el valor de las obras de producción nacional, fueron puntos importantes tratados por Alonso Cuevas.
Freddie Cabral habló de la importancia de las artes plásticas dominicanas, de lo necesario de la unión entre las diferentes generaciones, del camino necesario de lucha por el reconocimiento de los aportes de los maestros de larga trayectoria y de los artistas jóvenes, de lo urgente de la dignificación de las condiciones de vida de los grandes maestros y los artistas jóvenes, haciendo un llamado a insistir, a perseverar y a unirse para poder triunfar en estos objetivos.
Propuestas similares hizo el moderador Freddie Javier, insistiendo en la necesidad de hacer una historia del arte que no deje fuera a los artistas fundadores, a la investigación objetiva y sin prejuicios de la evolución de la producción artística dominicana, a hacer un arte del pueblo y para el pueblo que incluya tanto lo estético como lo ético.
Por parte del público, entre otras importantes intervenciones, estuvo la de estudiante de Crítica de la UASD Robert Rosario, quien planteó utilizar las redes sociales para llevar a los más jóvenes programas de educación artística, así como promocionar y difundir las actividades culturales. Por parte de Ana María Henríquez se tocó la necesidad de que el Colegio de Artistas Plásticos logre realmente la colegiatura y obtenga mayor apoyo estatal, así como dejar a un lado los falsos egos,
Segundo Reinoso reflexionó sobre la importancia de que el arte en la República Dominicana reciba más apoyo y se gane conciencia de su papel formativo.
María Fals insistió en introducir en los programas de estudio de nivel primario, secundario y universitario un número mayor de contenidos académicos relacionados con el arte nacional, de retomar el contacto con la sociedad, de que se haga el arte en los espacios públicos para vincularlo a la vida cotidiana.
La artista y gestora cultural Josefina Tavárez entregó una máscara ceremonial del Senegal al museo Fundación Freddie Cabral. A su vez, Marcos González y María Fals dieron, de parte del creador cubano Arián García, una obra que representa la bandera cubana y que se integrará a la Puerta de los Artistas.
Este momento de propuestas y de diálogo profundo entre hermanos, de visión de futuro, de búsqueda de un papel activo del artista en el logro de sus metas nos hace convencernos de lo importante del camino emprendido para lograr que el arte dominicano continúe “siempre adelante, rumbo a la esperanza”.