Petra Saviñón Ferreras
Muy dispuestos acogieron los candidatos la exhortación de la Conferencia del Episcopado de que centren sus propuestas en las necesidades de la gente, eviten la compraventa de cédulas y que prime el voto consciente.
De acuerdo con las opiniones emitidas por los aspirantes presidenciales, fomentarán la transparencia en los comicios y llevarán a la población programas de gobierno cumplibles.
Más lejos han ido algunos que hasta han propuesto y aceptado firmar un pacto para respetar los resultados de las elecciones.
Asumida así, la Carta Pastoral a propósito del Día de la Altagracia vino a ser esa panacea a un proceso matizado por denuncias de fraudes ejecutados y por orquestar, un santo remedio a las campañas permeadas por los insultos.
Claro, una cosa es con guitarra y otra con…Nadie en su sano juicio y con mediana inteligencia contradiría ese pronunciamiento de los obispos, pues abarca los puntos en los que todos los que buscan asumir algún puesto electivo enfatizan frente a un electorado que escucha las mismas promesas una y otra y otra vez.
Pero para evitar pecar de incrédulos, mejor pensar que esta vez sí van en serio, que sus intenciones son en verdad cónsonas con ese documento emitido por los religiosos y que los que ganen pondrán en práctica todas esas buenas acciones que anuncian.
Más que todo confiemos en que los días que faltan para los dos votaciones discurrirán con la mayor calma, que será extendida hasta el día de los sufragios y por siempre.
Amén.