Exponerse al calor de dispositivos como teléfonos celulares y computadoras o desarrollar trabajos en donde se esté expuesto a solventes, pesticidas o metales pesados, puede reducir entre 25 y 35 % la fertilidad en hombres, dijo Norma Patricia Trejo, del Centro Especializado en Infertilidad de México.
«Los hombres que suelen hacer trabajo ‘home office’ (en casa) o que tienen el celular en el bolsillo y se exponen a este calor por al menos ocho horas pueden ver afectada su fertilidad en algún grado», señaló a Efe la directora médico del Centro Especializado en Infertilidad y Atención a la Mujer (CEFAM).
Este problema, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a 8 % de las parejas en todo el mundo, mientras que en América Latina se estima que la cifra ronda entre el 12 % y el 20 % de las parejas.
«En México, entre esta cifra se encuentra entre el 10 y el 15 %», estimó la especialista.
Pese a que en muchas ocasiones se piensa que la infertilidad es un problema exclusivo de la mujer, Trejo explicó que en realidad, entre el 65 y 70 % de los casos están relaciones con el factor masculino.
«En algunos casos, enfermedades como la diabetes mellitus, la hipertensión y obesidad, influyen en que los hombres produzcan un bajo número de espermatozoides o disminuya la calidad de estos, pero la mayoría de los factores son hábitos sociales que se pueden cambiar», dijo la experta.
Entre los factores externos que pueden afectar la fertilidad masculina se encuentra el tabaquismo, el alcohol, la disfunción eréctil y el aumento de la temperatura escrotal.
Sin embargo, pese a que se estima que una de cada seis parejas en México tuvo, tiene o tendrá problemas para embarazarse, este sigue siendo un tema tabú en muchos sectores de la sociedad.
«Hay mucha desinformación y falta de información, hay pocos especialistas en el tema y, a pesar de que la Organización de Naciones Unidas (ONU) la define como una enfermedad, no se cubre por ningún tipo de seguro de gastos médicos», aseguró la psicóloga Gabriela García Soto.
La experta explicó que pese a que pocas veces lo expresan, los hombres padecen emocionalmente la infertilidad, la cual les lleva a sentir vergüenza, culpa, frustración, enojo, dolor emocional, ansiedad, miedo, tristeza y les disminuye la autoestima.
«Muchos pacientes nos reportan sentirse deprimidos, con problemas de disminución del apetito sexual o disfunción eréctil, además de que pueden llegar a ser infieles o, incluso, se divorcian. Por eso es importante tratar psicológicamente este problema», dijo García Soto.
Otro de los problemas es el gran costo económico que suelen tener estos tratamientos, pues en algunos lugares una fecundación «in vitro» puede alcanzar hasta 300.000 pesos (unos 14.600 dólares) «lo cual incide directamente en el estrés y la ansiedad», dijo la especialista.
La psicóloga indicó que es necesario tomar el control del padecimiento y buscar tratamientos especializados.
Además, se ha de evitar postergar el inicio del tratamiento, pues en promedio los hombres acuden al médico después de los 40 años.
«Es importante la realización de un diagnóstico temprano, hacer planes de tratamiento, acercarse a un psicoterapeuta y a un especialista de terapia de pareja sexual», explicó García Soto.
Finalmente, Trejo recomendó, tanto en el caso de las mujeres como de los hombres, evitar postergar la paternidad así como evitar hábitos que puedan afectar la fertilidad.
«La ventaja de los hombres es que si cambian sus hábitos de vida pueden revertir la baja producción de espermatozoides. Sin embargo, deben tener en cuenta que (si tienen un hijo)