La farmacéutica AstraZeneca decidió interrumpir un ensayo clínico para lograr una vacuna contra COVID-19, porque uno de los participantes sufre «una enfermedad potencialmente inexplicable», informó este martes un portavoz de la compañía a medios de comunicación estadounidenses.
«Esta es una acción de rutina que sucede siempre que hay una enfermedad potencialmente inexplicable en uno de los ensayos mientras se investiga, asegurándonos de que se mantiene la integridad de los estudios», indicó el portavoz a la cadena CNBC y al medio especializado Stat.