María Fals Fors
Historiadora del Arte
Esta muestra que se exhibió hasta este domingo 23 de abril, en el Museo de Arte Moderno, estuvo dedicada a rendir homenaje al legado artístico de los artistas que emigraron a la República Dominicana por la Guerra Civil Española.
El 21 de abril, a las 3.30 de la tarde, tuve el gusto de participar con mis alumnos de Historia del Arte de la Universidad Autónoma de Santo Domingo en una visita dirigida ofrecida por la comisaria y museógrafa de la exposición “Almas Latentes” Mildred Canahuate en el Museo de Arte Moderno, dirigido por Federico Fondeur.
Esta muestra concluyó este domingo 23 de abril y estuvo dedicada a rendir homenaje al legado artístico de los artistas que emigraron a la República Dominicana por la Guerra Civil Española.
Contó con la curaduría del curador y crítico de arte Abil Peralta Agüero, las fotografías de Mariano Hernández, el diseño gráfico de Guillermo Beltré y Willy Abreu. En el apoyo técnico estuvo Víctor Aurelio González, PC Plan Creativo y en la comunicación Ronald Gómez Nin.
Contó con la colaboración de muchas destacadas personas e instituciones, entre ellas el Museo Bellapart, Myrna Guerrero, el doctor Roberto Cassá, Montserrat Prats, Alberto Cruz, Isaac Rudman, Edmond Elías, Francisco Elías, Paula Gómez Jorge, Laura Gil Fiallo, Amable López Meléndez, arquitectas Ingrid González y Ana Agelán, así como Teresa Lazo, Iris Pérez Romero, Marianela Morales, Luisa Pérez, Laura Longa y Antonio Guadalupe.
Mildred Canahuate destacó también a través de sus explicaciones el apoyo recibido por Fernando Báez y su esposa Nancy Tavárez de Báez, así como de otros coleccionistas, que facilitaron de forma desinteresada sus obras para que las personas visitantes de todas las generaciones pudieran apreciarlas y disfrutarlas.
El resultado de todo este esfuerzo fue una exposición poderosa, didáctica, abierta al diálogo tanto con público especializado como general, poseedora de un discurso museográfico interesante que recoge obras de arte, historia de la emigración de españoles a la República Dominicana, fotografías y que se basó en una investigación acuciosa sobre la trayectoria de estos artistas, tanto fuera como dentro de nuestro país.
En ella se pudieron observar obras de José Vela Zanetti tanto de su período español como en la República Dominicana y México, donde los músicos, los gallos y la luz tropical dinamizan sus lienzos, de Manolo Pascual, primer director de la Escuela Nacional de Bellas Artes en 1942, cuyos bronces originales preludian el arte povera al utilizar objetos metálicos desechados con el fin de crear figuras increíbles como su “Pelícano”.
Eugenio Fernández Granell está incluido con sus personajes de extremidades dislocadas por su magia compositiva, Ramón Prats Ventós nos toca con una obra explosiva, radial y radiante, junto a su conocido hermano Antonio Prats Ventós, quien con sus pinturas y escultopinturas de formas redondeadas evoca lo totémico y los detalles pictóricos de los mosaicos bizantinos.
En la muestra también se destacan, en el universo metafórico de las obras de los artistas escogidos, el color intenso y precioso del paisajismo de George Hausdorf, las figuras de líneas sinuosas y colores planos de Joan Junyer Vidal, el detallismo y distorsión de las figuras de Ángel Botello, así como los aportes de otros artistas.
La exposición concluye en una línea de tiempo que recoge los eventos culturales y artísticos, el legado de estos grandes de las artes que tanto ofrecieron al desarrollo de las vanguardias artísticas en el país y en Latinoamérica, influyendo en la obra de artistas que fueron sus discípulos como Gilberto Hernández Ortega, Paul Giudicelli, Guillo Pérez, Elsa Núñez, Gaspar Mario Cruz, Clara Ledesma, entre otros representantes de las artes plásticas dominicanas.
Para los alumnos de la UASD fue una experiencia que les marcó profundamente. Muchos de ellos toman Historia del Arte como materia optativa, siendo parte de carreras no vinculadas específicamente al arte y esta fue su primera experiencia visitando el Museo de Arte Moderno, teniendo contacto directo con las obras que se exhiben dentro de sus paredes.
Para otros alumnos que sí son de la Facultad de Artes fue también un momento altamente enriquecedor y provechoso que les enseñó sobre temas no frecuentes en su pensum, más orientado a conocer sobre el arte universal y no tanto sobre los eventos propios de la Historia del Arte Dominicano, especialmente de las artes visuales.
Todos pudieron entender que el arte es esperanza, es unión, identidad, que una exposición no es simplemente colgar cuadros de una forma armónica, sino que requiere de un tema, de un qué decir, de un propósito, convirtiéndose en un texto en el que cada obra es una “palabra”, un logos, un ethos que debe conjugarse con todos los demás para lograr un mensaje unificado y trascendente que llegue al alma y la razón de los observadores.
La educación artística es una forma de mejoramiento humano donde las experiencias estéticas desarrollan la personalidad y la creatividad formando un ser humano mejor y más sensible. Este grupo maravilloso de personas jóvenes disfrutó la experiencia junto a Mildred Canahuate en el recorrido por “Almas Latentes II”, la que quedó para siempre en su memoria y en sus acciones como un conocimiento significativo y transformador.