El deporte ruso recibió un duro golpe el lunes al ser vetado por cuatro años de todos los torneos internacionales, incluyendo los próximos Juegos Olímpicos debido a un largo escándalo por dopaje, si bien sus atletas aún podrían competir en caso de demostrar que se apegan a las normas antidopaje.
El fallo del comité ejecutivo de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) significa que la bandera y el himno nacional de Rusia no podrán ser usados en los Juegos de Tokio 2020 y el país tampoco podría acoger campeonatos mundiales de deportes olímpicos.
Las sanciones representan el castigo más severo que hasta ahora hayan recibido las autoridades rusas que fueron acusadas de alterar la base de datos de un laboratorio de Moscú. La agencia rusa antidopaje puede apelar el fallo ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo en un plazo de 21 días _una medida que ha señalado que tomará.
“A Rusia se le otorgó toda oportunidad de resolver los asuntos de manera interna… pero en vez de eso eligió mantener su postura de engaño y negación”, afirmó el presidente de la AMA, Craig Reedie.
Los atletas rusos solo podrán competir en torneos importantes si no han dado positivo en pruebas antidopaje o si sus datos no fueron manipulados, según el fallo de la agencia.
Respecto a la Copa del Mundo de 2022, la AMA señaló que la selección nacional de Rusia jugará bajo su nombre en el programa de las eliminatorias europeas, pero de conseguir su boleto a Qatar deberá ser cambiado a un término neutral que no incluya la palabra “Rusia”.
En las dos ediciones pasadas del campeonato de atletismo, los rusos compitieron como “Atleta Neutral Autorizado”. Una medida menos severa fue adoptada para los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang 2018, cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) impuso una suspensión al órgano ruso olímpico pero permitió que sus deportistas y delegaciones participaran bajo la denominación de “Deportista Olímpico de Rusia”.
De ahora en adelante, “ellos no pueden usar el nombre del país en el nombre de la delegación”, advirtió el presidente electo de la AMA, Witold Banka, a The Associated Press.
Se prevé que las repercusiones legales de la decisión de la AMA ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo sean el tema central en los preparativos para los Juegos de Tokio, que inician el 24 de julio.
El primer ministro ruso Dmitry Medvedev exhortó a los organismos deportivos a apelar y subrayó que el fallo de la AMA era “una continuación de esta histeria antirrusa que de antemano se había tornado crónica”.
La ronda más reciente de sanciones fue impuesta debido a que la alteración de datos de Moscú fue una nueva violación de las normas antidopaje cometida en una fecha tan cercana como enero.
La entrega de una base de datos limpia a la AMA era un requisito clave que se le estableció a Rusia hace 15 meses a fin de ayudar a poner fin a un escándalo que ha manchado el deporte olímpico en la última década.
Los investigadores de la AMA y del COI coincidieron en que la evidencia mostró que las autoridades rusas alteraron los datos del laboratorio en Moscú que previamente fue sellada por las fuerzas de seguridad. Cientos de casos potenciales de dopaje fueron eliminados y se plantó evidencia falsa con la intención de culpar de la interferencia a quienes denunciaron las infracciones.
La “flagrante manipulación” de los datos supuso “un insulto al movimiento deportivo mundial”, afirmó el COI el mes pasado.
Los deportistas cuyos datos fueron alterados en el periodo de pruebas antidopajes de 2012 a 2015 ahora enfrentan medidas disciplinarias de los organismos rectores de sus respectivas disciplinas.
“Sí, sabemos quiénes son esos deportistas. Quedarán fuera de los Juegos (de Tokio)”, aseveró el abogado británico Jonathan Taylor, presidente del panel de la AMA cuya propuesta de sanciones fue aprobada de manera unánime el lunes.
Sin embargo, la vicepresidenta saliente de la AMA ventiló su frustración ante la negativa de la AMA de expulsar por completo a Rusia de los Juegos de Tokio y de los Juegos de Invierno de Beijing 2022.
“No estoy contenta con la decisión que tomamos hoy. Pero esto es lo más lejos que podíamos llegar”, dijo Linda Helleland, una legisladora noruega que desde hace mucho ha presionado en busca de medidas más duras contra Rusia. “Este es el mayor escándalo deportivo que el mundo haya visto. Ahora esperaría una admisión plena de culpabilidad de parte de los rusos y que ofrezcan una disculpa por todo el dolor que han sufrido los deportistas y aficionados”.
Aunque el COI pidió las sanciones más duras posibles, quería que esas medidas fueran dirigidas contra las autoridades del gobierno ruso y no sobre los deportistas y funcionarios olímpicos.
Esa postura chocó con la de la mayoría de la comisión de deportistas de la AMA, que deseaba el tipo de sanción general que Rusia ya había evitado en los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro y los Juegos de Invierno de 2018 en Pyeongchang, cuando los medios revelaron un programa de dopaje auspiciado por el gobierno después de que Rusia acogiera los Juegos de Invierno de 2014 en Sochi.
“Todo este fiasco creado por Rusia ha robado sus sueños y carreras legítimas a muchos deportistas, por bastante tiempo”, indicó el comité de deportistas en un comunicado previo a la reunión de la AMA.
AP