Petra Saviñón
La autora es periodista
Los servicios públicos son pésimos, la escasez de agua potable, la acumulación de basura por la tardanza en la recogida, el caos en el tránsito, el cobro excesivo de la energía eléctrica, la atención al cliente. Si a eso sumamos conductas inapropiadas, que engrosan el desorden ¿A dónde llegaremos?
No tenemos agua, muchos barrios llevan años con las tuberías en mal estado, sin que autoridad ninguna responda pero qué fácil resulta a algunos desperdiciarla.
Imploramos hasta al presidente que intervenga en cuestiones que no le competen y en un ejercicio válido a demandar mejor atención al ciudadano, le mostramos mediante videos los cúmulos de desechos. No obstante, aún con los tanques vacíos los jondíamos afuera, o los botamos poco después de pasar el camión.
El transporte público es un verdadero desastre. Así es y si el privado lo convertimos en un mecanismo de infringir la ley ¿Cómo resolvemos?
Vehículos que con el semáforo en rojo vienen a to lo que da a pararse justo debajo de la luz, a riesgo de la vida del peatón que pretende ejercer su derecho a cruzar la calle.
O que avanzan subidos en la acera e incluso en reversa y encima le piden al transeúnte que tenga cuidado, que debe andar con precaución.
Nos quejamos del metro atestado, de que todavía no llegan los vagones prometidos, una queja justa. Mas, que poco colaboradores somos con el prójimo cuando nos quedamos pegados a la puerta con espacio disponible atrás.
Y llegamos al colmo de molestarnos si nos piden que despejemos para que alguien salga o si en el intento de desabordar, de cruzar entre la multitud, nos dan un empujón.
La tarifa de la luz llega alta sin justificación y estamos en el deber de protestar ante este atropello y claro en el de dar buen uso a ese bien.
La construcción de una mejor casa grande es responsabilidad de las autoridades y de los ciudadanos, es un esfuerzo mancomunado el que dará por resultado el fortalecimiento de los servicios públicos y de la sana convivencia, pues gente satisfecha es más agradable.
¡A construir juntos!