Un grupo de brasileños se manifestó hoy en la localidad de Pacaraima, fronteriza con Venezuela, contra la presencia de inmigrantes venezolanos, a los que les quemaron sus objetos personales y las tiendas de campaña en las que dormían, informaron fuentes oficiales.
Los manifestantes se concentraron desde la mañana de este sábado y se dirigieron a los locales donde están refugiados los venezolanos llegados a Brasil para huir de la crisis política, económica y social que atraviesa su país, según confirmaron a Efe fuentes de la Alcaldía de Pacaraima, en el empobrecido estado de Roraima.
Las protestas se iniciaron a partir de la agresión en la víspera de un comerciante local a manos supuestamente de un grupo de venezolanos, que, al parecer, le intentaron asaltar cuando estaba en su casa con su familia, de acuerdo con las citadas fuentes.
Varios vecinos llamaron entonces a un hospital de la zona para pedir una ambulancia, pero desde la clínica les dijeron que no disponían de ninguna. Fue entonces cuando llamaron al Ejército brasileño, que alegó que su función era atender a los inmigrantes venezolanos, según la versión de la Alcaldía.
A partir de ahí, un grupo de habitantes se concentró desde primera hora de este sábado, prendió fuego a las carpas y tiendas de campaña donde están hospedados los venezolanos, ubicadas tanto en locales públicos, como en las calles del municipio, y quemó los objetos personales de estos.
«Están expulsando a los venezolanos, quieren que ellos (los venezolanos) salgan», indicaron fuentes del Ayuntamiento de Pacaraima, que se quejaron de la falta de apoyo del Gobierno Federal en la acogida de los ciudadanos de la nación caribeña.
La Policía tuvo que intervenir y fuentes de la corporación indicaron a Efe que la protesta ya «está bajo control» y que «no hubo heridos ni brasileños ni venezolanos».
En uno de los vídeos de las protestas divulgado en redes sociales se escucha a un brasileño decir que «están expulsando a los venezolanos» y «fuera venezolanos».
El Gobierno de Roraima informó en una nota que «ya envió refuerzos sanitarios» y «policiales» a la zona para «proteger a la población» por los incidentes registrados.
Asimismo, resaltó que mantiene los saturados servicios públicos «sin apoyo del Gobierno» central, pidió al Ejército que «garantice el orden» y reiteró su solicitud de «cerrar temporalmente la frontera», algo que ya fue negado por la Justicia y rechazado por el Ejecutivo.
También demandó el traslado de inmigrantes venezolanos a otros estados del país, algo que se ha ido realizando de manera muy gradual con el apoyo de organismos internacionales durante los últimos meses.
Las autoridades brasileñas calculan que cerca de 400 inmigrantes venezolanos cruzan diariamente la frontera con Brasil, en el marco de un éxodo que afecta de manera más notable a otros países de Latinoamérica.
En total, se cree que unos 50.000 venezolanos se han establecido en Roraima, la mitad de los cuales están en Boa Vista, la capital regional, donde están ubicados la gran mayoría de los centros de acogida.
El presidente de Brasil, Michel Temer, reconoció el pasado 15 de febrero a través de un decreto la «situación de vulnerabilidad» en Roraima e impulsó, con carácter de urgencia, una serie de medidas de asistencia humanitaria para los inmigrantes del vecino país.