Manuel Díaz Aponte
El mundo pudo ver el esperado apretón de manos entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, en un gesto diplomático que podría culminar con 65 años de confrontación en la Península de Corea.
Nuevamente quedó demostrado que “hablando se entiende la gente”, como reza un viejo refrán y que cuando hay voluntades se pueden superar los escollos.
Millones de telespectadores vimos ese saludo como anticipo del histórico encuentro que permitió por primera vez en seis décadas que un presidente estadounidense se reúna con un gobernante norcoreano.
Singapur fue el lugar escogido para que Trump y Jong-un se vieran por primera vez cara y cara y conversaran sobre temas como la desnuclearización de Corea del Norte y el levantamiento de las sanciones a ese país asiático.
“Vamos a tener una gran relación” fueron las primeras palabras del mandatario estadounidense en el diálogo, que al principio fue en privado solo con la presencia de dos intérpretes. Posteriormente, se unieron funcionarios de ambas delegaciones.
Y el líder norcoreano dijo textualmente:“ Hemos superado muchos obstáculos para llegar aquí”.
Expertos internacionales en seguridad anticipan que será un proceso largo y complejo la posible desnuclearización de Corea del Norte, en la que deberán colaborar estrechamente otros actores como China, Rusia y Corea del Sur.
El primero en estrechar las manos y dibujar una sonrisa en el rostro fue Donald Trump, quien además, tocó en varias ocasiones el brazo derecho de Jong-un.
Ambos líderes mostraron un semblante distendido mientras eran fotografiados por los reporteros gráficos seleccionados para cubrir tan significativo encuentro.
El escenario fue el hotel Capella en la isla de Ventosa en Singapur, área hermosa rodeada de frondosos árboles.
El Documento
Trump y Jong-un firmaron un documento de cuatro puntos esenciales para alcanzar una “paz estable y sólida” que incluye la desnuclearización de de la Península Coreana.
A saber los aspectos rubricados son:
1. Los Estados Unidos y Corea del Norte acuerdan establecer una nueva relación EE.UU.-Corea del Norte de acuerdo al deseo de los pueblos de ambos países por la paz y la prosperidad.
2. Estados Unidos y Corea del Norte, unirán sus esfuerzos para construir un perdurable y estable régimen de paz en la Península Coreana.
3. Reafirmando la declaración de Panmunjon del 27 de abril de 2018, Corea del Norte se compromete a trabajar hacia adelante en una completa desnuclearización de la Península Coreana.
4. Estados Unidos y Corea del Norte se comprometen a recuperar los restos de desaparecidos en la guerra (de Corea), incluyendo la inmediata repatriación de todos los ya identificaos.
“El presidente Trump y el presidente Kim Jong Un llevaron a cabo un intercambio de opiniones amplio, profundo y sincero sobre los temas relacionados con el establecimiento de nuevas relaciones entre EE.UU. y la República Popular Democrática de Corea (RPDC) y la construcción de un régimen de paz duradero y sólido en la península coreana. El presidente Trump se comprometió a proporcionar garantías de seguridad a la RPDC, y el Presidente Kim Jong Un ratificó su firme e inquebrantable compromiso de completar la desnuclearización de la península de Corea”, dice el segundo párrafo del texto suscrito por los dos líderes.
En realidad, tanto Trump como Jong-un dieron un respiro al mundo y un ejemplo de entendimiento en medio de tantos conflictos políticos, diplomáticos y económicos que todavía no encuentran solución pacifica.
Por ejemplo, en el Medio Oriente la confrontación entre Israel y Palestina donde miles de personas han sido asesinadas, desplazadas y humilladas por la irracional e histórica disputa en la zona de Gaza.
Mediación de China
El papel de mediación de la República Popular de China en la búsqueda de una salida pacífica en el conflicto de la Península de Corea ha sido clave. Por igual, Rusia hizo aportes significativos que allanaron el terreno para la materialización de la que hoy se considera la “reunión del siglo”.
Los días venideros serán determinantes para apreciar en su justa dimensión los alcances en la práctica del texto firmado por el presidente Trump y el líder norcoreano Jong-un.
De pronto, ya comienzan a señalarse nombres a ser tomados en cuenta para el Premio Nobel de la Paz, que se anticipa podría incluir al presidente de China, Xi Jinping y al propio mandatario estadounidense, Donald Trump.
¿Usted por quién se decide?