María Fals
La autora es crítica de arte
Esta muestra se mantendrá hasta comienzos del 2025 y recoge obras de la extensa trayectoria de uno de los grandes de la cultura artística dominicana.
La inauguración de la exposición “Geo Ripley. De las sombras a la luz” tuvo un digno marco inaugural en el Centro Perelló el 17 de octubre a las 6.00 de la tarde. Esta muestra se mantendrá hasta comienzos del 2025 y recoge obras de la extensa trayectoria de uno de los grandes de la cultura artística dominicana.
Incluye alrededor de 70 piezas, entre obras individuales, trípticos y polípticos y está basada en el criterio de arte total, donde performances, pinturas, teatro, grabados, músicas folclóricas de Baní, el tambor y el cuenco se mezclaron con la “Carmina Burana” en un fluir de confianza, fantasía, resiliencia, buen arte y fuerza espiritual.
La inmensidad de los aportes artísticos de Geo, sus Embryos, sus Ignis, su fotografía, su escultura, las telas de Malí y el mapa de África logrado con la huella de los pies de sus hijos, el arte participativo y colectivo donde todos son protagonistas, el juego de estar y no estar, pero siempre permanecer, fueron las piezas del rompecabezas de una propuesta de cambio de paradigma artístico, curatorial y museográfico por parte del artista, de Philartis R.D., la fundación Tierra -Tierra y sus colaboradores.
Esta exposición-diversidad va en la búsqueda de lo innovador, de lo sensible, de lo auténtico, de la disolución entre el llamado arte culto y popular y contribuye a que se difunda y se valore justamente la impactante obra de Geo Ripley, enorme en su calidad, en su profundidad filosófica, en su espontaneidad y en su valor estético.
Fue simplemente hermoso ver fundirse la sarandunga de Baní, la cruz de Montería, una estatua viviente que remedaba lo africano con un Mariano Hernández llevando en sus manos pintadas un libro de fotografías de Geo y de sí mismo.
Fue simplemente único ver a un Orlando Menicucci emocionado, siguiendo rítmicamente la procesión de la música, ver a un joven actor que evocaba a las sombras y sentir luego la luz cálida de las velas portadas por la gobernadora Ángela Yadira Báez, por Julia Castillo, por Ángel Urrely y por tantos otros que nos conducían al interior de la sala Gilberto Hernández Ortega para la presentación final.
En un confluir del todo, del caos, del orden, de las luchas y del amor, tomando como punto de origen de la piedra filosofal que es la obra de Geo, dominicana, caribeña y al mismo tiempo universal, se logró para demostrar que si se quiere se puede, que cuando se unen las voluntades y los talentos individuales para el logro de una meta superior, no hay dificultades que no puedan vencerse, y que Geo con su arte “Sigue adelante, rumbo a la esperanza”.