El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) conmemora cada 16 de octubre, el Día Mundial de la Alimentación, a fin de destacar el derecho a una alimentación diversa, asequible, inocua y de alto valor nutricional en todas las etapas del curso de vida.
Esta jornada brinda una oportunidad crucial para reflexionar sobre cómo se puede mejorar la alimentación desde los primeros años, y así enfrentar los desafíos asociados a la desnutrición y a la malnutrición.
“Actualmente, en el ámbito mundial, alrededor de 4 millones de niños menores de 5 años, lo que representa el 8 %, sufren de sobrepeso u obesidad, mientras que 49 millones de niños y adolescentes de 5 a 19 años, equivalentes al 30 %, presentan estas condiciones. Los entornos favorecedores de la obesidad constituyen uno de los principales desafíos, e indudablemente prevenir el sobrepeso requiere de una estrategia integral que incluya políticas, leyes, servicios y prácticas diseñadas para promover sistemas alimentarios saludables, inclusivos y resilientes al cambio climático», dijo Carlos Carrera, representante de UNICEF en la nación dominicana.
Según la ENHOGAR-MICS 2019, se indica que en República Dominicana existe una prevalencia de sobrepeso de 8 % en los niños menores de 5 años.
Por otro lado, otros hallazgos de estudios sobre el tema en el país destacan que el 15 % de los niños en el territorio nacional sufren de sobrepeso (incluyendo obesidad), lo que nos coloca dentro de los países de la región con mayor carga de obesidad.
Asimismo, se establece que el sobrepeso afecta a aproximadamente un tercio de los niños y adolescentes de 5 a 19 años, con una cifra ligeramente superior en los varones en comparación con las mujeres. En tanto, la obesidad es de 16 % y 14 %, respectivamente.
Hábitos alimenticios de los más pequeños: Lactancia materna exclusiva y alimentación complementaria
La lactancia materna exclusiva es fundamental para el desarrollo saludable de los recién nacidos, proporcionando todos los nutrientes necesarios y fortaleciendo el sistema inmunológico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF recomiendan que la leche materna sea el único alimento para los bebés durante los primeros seis meses de vida. Posteriormente, a partir de los seis meses, se debe introducir una alimentación complementaria adecuada que incluya paulatinamente otros alimentos variados además de la leche materna, permitiendo al bebé explorar diferentes texturas y sabores a medida que su desarrollo físico y neurológico lo permite.
La alimentación materna es una de las formas más eficaces de garantizar la salud y la supervivencia de los niños. Sin embargo, contrariamente a las recomendaciones de la OMS, menos de la mitad de los lactantes se alimentan exclusivamente con leche materna.
Investigaciones de la OMS y el UNICEF han demostrado que los niños amamantados muestran un mejor desempeño en las pruebas de inteligencia, son menos propensos al sobrepeso o la obesidad y, más tarde en la vida, a padecer diabetes. Las mujeres que amamantan también presentan un menor riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario.
De igual forma aseguran que la comercialización incorrecta de los sucedáneos de la leche materna sigue socavando los esfuerzos para mejorar las tasas de lactancia materna y su duración en todo el mundo.
Alimentación escolar: Creando entornos saludables en las escuelas
El entorno alimentario escolar juega un papel crucial en la formación de hábitos alimenticios saludables. Es esencial que las escuelas fomenten un entorno que favorezca la disponibilidad de alimentos de alto valor nutritivo y regulen la venta de productos poco saludables en sus cafeterías. La educación nutricional debe ser una parte integral del currículo escolar, para que los estudiantes adquieran conocimientos sobre alimentación balanceada y tomen decisiones informadas sobre su dieta. Desde UNICEF, se recomienda:
Asegurar que los programas de alimentación escolar y los espacios de venta dentro de las escuelas ofrezcan opciones nutritivas.
Regulación de la venta de alimentos y bebidas: Implementar normas que restrinjan la disponibilidad de alimentos y bebidas con bajo valor nutricional o ultra procesados.
Educación nutricional: Incluir programas educativos que enseñen a los estudiantes sobre la importancia de una dieta equilibrada y saludable.
Adolescentes: Enfrentando el marketing digital y el aumento del sobrepeso
Los adolescentes se enfrentan a desafíos adicionales relacionados con la alimentación debido a la falta de regulaciones sobre el mercadeo de alimentos y bebidas ultra procesados con exceso de nutrientes críticos, tales como: azúcar, sal, grasas trans, grasas totales, al igual que los contenidos de cafeína y de edulcorantes no recomendables para los niños.
El organismo internacional asevera que el marketing digital es uno de los canales que promueve alimentos y bebidas con exceso de nutrientes como los citados.
Este fenómeno ha contribuido al aumento del sobrepeso y de la obesidad en los adolescentes escolarizados, alcanzando un preocupante 30 % de esta población. “Es fundamental que se tomen medidas para lograr una ley de etiquetado frontal de advertencia nutricional en todos los alimentos y bebidas preenvasados, y de esa manera contrarrestar el impacto negativo de la publicidad incluido el marketing digital enfocado en alimentos no saludables y que se promueva una alimentación equilibrada durante esta etapa crítica del desarrollo”, remarcan.
Desnutrición aguda grave y riesgo de desnutrición en comunidades vulnerables
Uno de los problemas más graves de la malnutrición es la desnutrición aguda grave, una condición dolorosa que afecta a millones de niños en todo el mundo, especialmente en comunidades vulnerables y de difícil acceso. En República Dominicana este fenómeno afecta en:
Barrios marginales: Áreas como La Barquita, Los Guandules, La Ciénaga y El Limoncito suelen enfrentarse a problemas de pobreza y falta de servicios básicos.
Comunidades rurales: Muchas áreas rurales enfrentan dificultades de acceso a educación, salud y empleo.
Zonas de alta migración: Lugares con una alta concentración de inmigrantes a menudo carecen de servicios adecuados, como las áreas de Montecristi y Dajabón.
Estas afecciones causadas por la falta de acceso a alimentos nutritivos y la prevalencia de enfermedades recurrentes como diarrea, sarampión y malaria, debilita a los niños, haciéndolos más propensos a retrasos en el crecimiento y el desarrollo, y a un mayor riesgo a padecer enfermedades graves. Aproximadamente 1 de cada 5 muertes entre niños menores de 5 años se atribuye a esta forma severa de malnutrición.
Las soluciones incluyen la detección temprana, la expansión de los servicios de tratamiento y el acceso a alimentos terapéuticos listos para usar. UNICEF está trabajando con aliados globales para apoyar estos esfuerzos y proporcionar nutrición funcional para salvar vidas y fomentar el crecimiento saludable de los niños aquejados.
“En el Día Mundial de la Alimentación, renovamos nuestro compromiso con una nutrición adecuada en todas las etapas del curso de vida infantil. Es fundamental que trabajemos juntos para garantizar que cada niño reciba el apoyo necesario para crecer y desarrollarse de manera saludable desde su infancia. La acción coordinada en estos frentes no sólo mejorará la salud de nuestros niños, sino que también contribuirá a no dejar a nadie atrás y a construir un futuro con mayor equidad, inclusión y resiliencia para todos”, puntualizó Carrera.