Filadelfia.-
La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, marcó este martes una línea roja a su rival en las elecciones del 5 de noviembre, el republicano Donald Trump, dejándole claro que no debería decirle a una mujer qué hacer con su cuerpo.
«El Gobierno y ciertamente Donald Trump no deberían decirle a una mujer qué hacer con su cuerpo», apuntó la aspirante demócrata en el primer debate presidencial que ambos celebran, donde ella abogó por volver a implementar una protección federal al aborto a nivel federal, derogada por el Tribunal Supremo en junio de 2022.
El expresidente Donald Trump comenzó este martes el debate contra la vicepresidenta, Kamala Harris, arremetiendo contra los migrantes y afirmando que están «robando» los trabajos a afroamericanos e hispanos, un comentario de tono racista que la demócrata calificó de «la misma retórica desgastada de siempre».
El debate, el primero entre ambos, comenzó con preguntas sobre el estado de la economía, pero Trump rápidamente desvió la conversación hacia la migración, asegurando falsamente que hay «millones» de personas que están «inundando» Estados Unidos.
Mientras Trump hablaba, Harris negaba con la cabeza en señal de desaprobación y, dirigiéndose directamente a la cámara y a los estadounidenses que seguían el debate, afirmó: «Esta noche van a escuchar lo mismo de siempre: un montón de mentiras, agravios y descalificaciones».
La vicepresidenta afirmó que la Administración de Biden tuvo que «limpiar el desastre que dejó Donald Trump» tras sus cuatro años en la Casa Blanca y acusó al expresidente de haber dejado a Estados Unidos con «el peor desempleo desde la Gran Depresión», «el peor ataque a nuestra democracia desde la Guerra Civil» y «la peor epidemia de salud pública en un siglo».
De agencia