María Fals
La autora es crítica de arte
El concepto de curador viene desde la Antigua Roma, relacionado con la preservación y custodia de objetos y obras de arte. Se continuó aplicando en el período del Renacimiento y se hizo más poderoso a partir del siglo XX.
Un curador es aquella persona que se dedica a la curaduría de los elementos de una muestra, ya sea en un museo, galería o espacio público. El curador es quien se dedica entonces a la curaduría, es decir, el cuidado y preservación de las obras de arte que se van a incluir en una exposición.
El trabajo del curador se ha ido expandiendo, acercándose cada vez más a la museografía, rama que se encarga de la adecuación del espacio donde de colocarán las obras u objetos a exhibir, así como su ubicación y orden, creando un discurso museográfico que influirá en el mensaje integral de la exhibición.
Comparando la colocación de las obras de arte incluidas en una exposición con una oración gramatical, cada pieza funcionaría como una palabra, cuyo orden sintáctico genera un significado que puede variar de acuerdo con su orden. Por ejemplo, no es lo mismo “Raúl fue a casa de María” que decir: “María fue a casa de Raúl”. En el primer caso el que se traslada es él, siendo el punto de encuentro la casa de María y en el segundo es a la inversa. Por eso el curador, vinculado a la museografía, puede generar un mensaje diferente según la colocación de los elementos que se muestran ante los espectadores.
La narrativa curatorial debe ser producto de un diálogo entre el curador, los artistas participantes y todos los involucrados en la realización de la muestra. El resultado final debe ser parte de un consenso sobre qué desean decir, donde el curador propone y acuerda la manera de decirlo, de cómo llevarlo a vías de hecho, pues cuenta con los conocimientos técnicos y la experiencia en su área.
Si tienen los saberes necesarios en aspectos museográficos y curatoriales, los artistas pueden ser sus propios curadores y museógrafos, logrando una narrativa que exprese exactamente lo que desean decir, manteniendo el sentido estético y la armonía visual del conjunto. Así podrán captar la atención de los espectadores y establecer con ellos un diálogo perceptivo y analítico efectivo.
Se han elaborado diferentes planes de estudio sobre Curadoría y Museografía, como el diplomado que tuve el gusto de realizar hace unos años en la Biblioteca de la UASD, coordinado por la Fundación Arte y Cultura, dirigida por la doctora María Elena Ditrén. Se han desarrollado otros más recientes, varios de ellos organizados con gran éxito por la Facultad de Artes de la propia Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
El curador es un cocreador de sentidos que abarcan aspectos formales y conceptuales. Ante el auge de las exposiciones en nuestro país, por la apremiante necesidad de educar estéticamente a la sociedad de forma cada vez más efectiva, la actividad del curador y museógrafo se hace cada día más necesaria y digna de ser valorada en su justa medida.