Día del Periodista
Un periodismo de calidad, ético, que impacte y sume a la sociedad necesariamente requiere de un tiempo no acelerado y de espacio creíble. Hoy día, los dos grandes retos.
Margarita Quiroz
¿Hoy día es más fácil ejercer el periodismo? Con frecuencia escucho la inquietud que planteo, pero, en tono de afirmación, hasta en boca de periodistas, que igual que yo, ejercen este oficio desde hace décadas.
Una opinión apresurada -entiendo- tal vez partiendo desde la premisa de que no vivimos en una Era de miedo e imposiciones -al contrario- y, por demás, contamos con instrumentos y plataformas a nuestro alcance, e incluso, en nuestras manos, que facilitan, definitivamente, el diarismo.
Hasta ahí vamos bien, pero para los que ejercemos periodismo tradicional, guiados por los afanes impuestos en una redacción y la vorágine de las noticias, colada en la inmediatez de las redes sociales, la tarea no es fácil.
En los tiempos que corren, las redes sociales pulsean con los medios tradicionales por un espacio de hegemonía, por lo que el ejercicio periodístico, el que se basa en la novedad indagada y contrastada, respaldada por una firma de peso y creíble, se hace más difícil.
Un periodismo de calidad, ético, que impacte y sume a la sociedad necesariamente requiere de un tiempo no acelerado y de espacio creíble. Hoy día, los dos grandes retos.
Si dejamos a un lado la premura, no de las redes, sino de nuestras afirmaciones, la conclusión sería que el periodismo nunca será fácil de ejercer, por supuesto, hablo de ese, que es fruto de un sacerdocio casi laico. Pues… no.
Cada Era tiene sus retos, sus dificultades, ahora los medios tradicionales tienen que cohabitar con las plataformas modernas, esas que se afanan por sumar seguidores, visualizaciones y like, pero que lamentablemente, son como los malos cirujanos estéticos, operan, pero el de ‘expertise’ debe hacer los arreglos de lugar a requerimiento de un paciente no satisfecho.