Margarita Quiroz
El pasado domingo 18 de febrero, 8, 105, 151 personas fueron convocadas a votar en las elecciones municipales. A la cita sólo acudieron cerca de la mitad, 3, 775, 587, con una valoración porcentual de 46.67% de la concurrencia. Es decir, el 53.33% se abstuvo, cifra alta y preocupante, que arrastra al análisis de reales causas y posibles consecuencias.
Además, de esta elevada cifra de abstención, las pasadas elecciones dejan otras lecturas y mayores retos para quienes se enfrentan por las presidenciales y congresuales, fechadas para celebrarse el 19 de mayo próximo.
Ya los partidos solicitaron a la Junta Central Electoral (JCE) prórroga para presentar alianzas electorales; el plazo se cumplía este viernes pero el Pleno de la Junta lo extendió hasta el martes 27, por lo que éste es su reto mayor y urgente.
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«Vístete de despacio que voy de prisa», dice el dicho y, bien encaja en este escenario. Para la oposición -el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y la Fuerza del Pueblo (FP)- ganar o lograr un buen porcentaje de los votos, primero Abel Martínez y Leonel Fernández deben deponer su ego, sellar alianzas, diseñar estrategias, determinar quién encabezaría boleta y salir a la caza del voto que se quedó rezagado. ¿Gran reto, verdad? pero la real y única vía. Para esto el tiempo apremia, sólo faltan cinco días. De lo contrario, al partido oficialista el Revolucionario Moderno (PRM) se le hará muy fácil quedarse, ¡ya lo vimos!
En este punto, es imperante analizar de forma fría los resultados electorales arrojados en las elecciones municipales, a los fines de establecer liderazgo. Indiscutible, el presidente Luis Abinader atrajo, por medio de sus representantes, un triunfo arrollador al obtener 1,747,822 de los votos, equivalentes a un 49% de los emitidos. Esta cifra se incrementa hasta casi un 60% al agregarle los resultados de las 22 organizaciones con las que el PRM fue aliado.
El PLD obtuvo 786, 785 votos, números bajos con referencia a los obtenidos por el PRM, pero altos si valoramos que esta organización política ha tenido todo en contra: salió recientemente del poder, luego del desgate de más de 20 años de gestión, fuertes acusaciones de corrupción contra algunos de sus funcionarios y un candidato poco conocido, no obstante, demostró su arrastre político.
En el caso de Leonel Fernández, expresidente y fiera política, también ha recibido sobre los hombros de su imagen iguales latigazos. Si evaluamos su valoración al voto – 520, 352- y en adición el poco tiempo de la fundación de su partido (cinco años), no quedó tan mal parado. Ahora, si ambas fuerzas políticas estuvieran unidas el panorama fuera otro, hablaríamos de unos 1,306, 137, el comportamiento de la abstención y, por ende, el número alcanzado de alcaldías y regidores.
En política, he dicho en otros artículos, 2 + 2 no son 4. Es totalmente impredecible. En estos tres meses que restan para las presidenciales y congresuales, luego de sellar alianzas, nadie ‘se puede dormir en los laureles’, hay que motivar el voto, ese que no quiso ejercer su derecho y deber. Una causa, que podría haber provocado tan alta abstención es que de los 8,105,151 de dominicanos hábiles para ejercer el derecho al sufragio, la juventud ocupa el 27.43% del padrón electoral y a muchos jóvenes la política ‘le resbala’, para usar su lenguaje
Para entender un poco más, 898,631 de los ciudadanos tienen entre 26 y 30 años, y 1, 304,456 entre 18-28 años, para un 27.18% de los votantes, traducido esto a generaciones millennials y generación z, que ‘hay que saber cómo buscarle el lado’.
Por cierto, un poco tarde la sugerencia de la unificación de las elecciones municipales, presidenciales y congresuales. Ya esos ‘cuartos’ están gastado y, entérese, hay ganadores en su alta y mínima expresión.