A los 37 años, el actor repasó los traumas que le dejó «Mi pobre angelito». Y comentó: «Para mí, las Navidades son radioactivas: no salgo a la calle».
Macaulay Culkin, de 37 años, habló sobre los traumas que le dejó haber sido la estrella infantil más famosa de la historia de Hollywood. “Tener la misma cara que cuando filmé Mi pobre angelito es una maldición y una bendición al mismo tiempo”, reconoció.
“Lo bueno es que puedo ir a cualquier restaurante sin reserva y conseguir mesa. Lo malo es que, cuando me siento, todo el local se me queda mirando”, ironizó.
Renovado, de muy buen aspecto, Culkin dio una entrevista en el programa de Ellen DeGeneres, de la televisión estadounidense. También habló sobre su infancia en Nueva York y recordó cómo vivía con sus padres y seis hermanos en una pequeña casa: “Como sardinas”.