Petra Saviñón
La autora es periodista
Las elecciones municipales son las que concitan menos interés del electorado y de los medios de comunicación pero no estas. Estos comicios han despertado un avispero que salpica desde los partidos hasta la Junta Central Electoral.
Denuncias de la oposición, que imputa al oficialismo violación a la ley, con inauguraciones de obras y entrega de beneficios desde programas como Súperate, y parcialidad de miembros del órgano comicial.
Contradenuncias del partido de gobierno, que responde con la acusación de intentos de hackeo al sistema, y con que sus rivales calumnian y así y así.
Es como si fuese un libreto para ponerle chispa a unas votaciones que no solían generar mayor interés.
Para mantener viva la llama, los candidatos presidenciales están tirados a las calles en total respaldo a sus aspirantes a las alcaldías, al punto de que ahogan su voz y solo escuchamos la de Luis Abinader, Leonel Fernández, Abel Martínez y Miguel Vargas.
Poco nos dejan oír a los que buscan dirigir los ayuntamientos y de ese modo, esta campaña más que basada sobre propuestas para las comunidades, está cimentada en los bandereos y caravanas con música a to lo que da y mucha publicidad.
Por lo menos en otras ocasiones, hemos oído lo que pretenden para sus demarcaciones los que quieren dirigirlas. Ahora, a tan poquito tiempo de asistir a las urnas, la gente poco sabe de la carpeta de trabajo de esos elegibles.
Qué importante conocer los recursos con los que cuentan los que pretenden gobernarnos, sin importar el nivel, municipal, congresual, presidencial. Aunque luego no quede en más que puro discurso, retorica, al menos sabríamos que quieren vendernos.