María Fals
La autora es crítica de arte
Hace unos años realicé un diplomado en curaduría a través de la Fundación Culturarte, impartido en las aulas de la Biblioteca Pedro Mir de la UASD. Como historiadora del arte, aprendí en él importantes nociones técnicas y conceptuales.
La curaduría no está vinculada solo a la conservación y valoración de bienes museables, sean o no artísticos. Su marco es mucho más amplio, pudiéndose dedicar, entre otras actividades, a la realización de exposiciones en galerías, espacios educativos y públicos, entre otros lugares.
Para el montaje de muestras de objetos artísticos es muy importante elaborar un concepto a partir del cual desarrollar un discurso curatorial portador de un mensaje compartido con el público, coautor interpretativo de las obras que se exhiben. A partir de esa idea-punto de partida- se desencadena un trabajo en equipo donde se intercambian criterios, compartidos directamente con el artista-creador y con el equipo museográfico y de montaje.
Para hacer más claro lo que deseo expresar voy a realizar una comparación entre una exposición de pinturas y una oración gramatical. Cada cuadro funcionaría como una palabra. Sabemos que cada término tiene su estructura formal y un mensaje individual, por ejemplo, la palabra fuerza, vence, miedo y amor. Sin embargo, el orden sintáctico en que las coloquemos cambia el significado de la oración o frase general. No es lo mismo decir: La fuerza del amor vence al miedo, que La fuerza del miedo vence al amor.
Igualmente sucede con los lienzos pintados, las ideas que porta cada uno se relacionan sintácticamente con las de los otros y transmiten entre todo un mensaje general unificado que puede variar el sentido de lo que se desea transmitir a las personas.
Si en una pequeña muestra de cuatro obras el primer cuadro evoca la fortaleza, el segundo expresa el amor a la humanidad, el tercero da sensación de temor ante lo desconocido y posteriormente se utilizan símbolos donde se pinta el fin del amor, el mensaje es pesimista. Sin embargo, si se invierte el orden, el mensaje es poderosamente optimista y transmite ese sentimiento que “todo lo espera y todo lo soporta”. (Corintios, 13).
El arte, además es ampliamente polisémico, es portador de infinitas interpretaciones de acuerdo con la psicología y el contexto en que se ha desarrollado el sujeto interpretante, por tanto, la percepción e interpretación de cada persona puede variar frente a la observación de la misma exposición.
Me referiré ahora a los procesos curatoriales más recientes en que el equipo de Philartis R.D ha estado involucrado y es el caso de “Hablando en Serie”, exposición de la artista visual, arquitecta y crítica de arte Guadalupe Casasnovas en la Galería Bodden, y “Entre dos mundos” del artista visual Ramón Calcaño, en la Casa de Italia.
“Hablando en Serie” fue inaugurada el 14 de noviembre de 2023. El concepto inicial fue gestado por el equipo integrado por Philartis R.D. interpretando la obra de la artista, y está expresado en el propio título de la muestra que nos comunica el sentido lógico matemático, rítmico y serial de cada pieza de las esculturas de Guadalupe, combinadas con su sentido del humor, su búsqueda de lo lúdico presente en cada uno de sus collages, tanto figurativos como abstractos.
De este proceso también formó parte Juan Julio Bodden, experimentado galerista, que aportó sus reconocidas experiencias en un proceso fluido donde todos aplicamos la democracia y la escucha activa como criterios de trabajo.
Según la reconocida crítica de arte Marianne de Tolentino en su artículo “ Obras estelares de Guadalupe Casasnovas” , publicadas en el periódico Hoy el 16 de diciembre de 2023, “ una exposición estupenda, y la “múltiple” Guadalupe Casasnovas, en la galería Bodden, ha presentado la mejor individual de la temporada”.
La exposición “ Entre dos mundos” de Ramón Calcaño, se inauguró el 13 de enero de 2024 en la casa de Italia. En el acto de apertura estuvo como maestro de ceremonias, Danilo McCabe, gestor cultural e hicieron uso de la palabra Renzo Seravalle, director de la Casa de Italia, José Sejo, presidente del CODAP, María Fals como historiadora del arte y el destacado pintor Ramón Calcaño, artista creador de las obras incluidas en la muestra.
Los textos curatoriales estuvieron a cargo de Marcos González, María Fals y Gustavo Ricart quienes forman parte de Philartis R.D. La museografía estuvo a cargo de la arquitecta Fior Daliza Mateo y el diseño gráfico de Gustavo Ricart. En un excelente equipo, donde las ideas fluyeron y se integraron de forma armoniosa, logramos la autorrealización individual y colectiva.
El concepto de la exposición se basó en presentar ante el público dos temas que el artista cultiva: de un lado, la crítica social, en la que mezcla el expresionismo y el hiperrealismo y por el otro, el amor en todas sus facetas, expresados a través de lo surreal. Se aprovechó el espacio expositivo adecuadamente, utilizando dos salas: una para representar el mundo actual, donde las guerras y las injusticias sociales están altamente presentes y otra para el mundo soñado de paz y de amor, vencedor de sombras y mezquindades, y que está en nuestras manos lograr.
Por tanto, el trabajo curatorial es mucho más que la conservación y colocación de obras en un museo o en una galería, es un trabajo donde las llamadas “habilidades blandas” deben estar presentes, donde destrezas del siglo XXI tales como la capacidad de dialogar, el trabajo en equipo y la preocupación por resolver problemas prácticos deben ser fomentadas. Estos nuevos paradigmas garantizarán el éxito de toda labor en el campo artístico y cultural y nos permitirán seguir siempre avanzando “rumbo a la esperanza”.