María Fals
La autora es crítica de arte
Ramón Calcaño, joven artista visual nacido en Samaná, graduado de la ENAV, con importante trayectoria profesional, tiene su segunda exposición individual, “Entre dos mundos”, el 13 de enero a las 7.00 de la noche, en la Casa Italia de la zona colonial de Santo Domingo.
Calcaño es un explorador de sueños, palpita arte y ama a los seres humanos. Su mundo creativo se orienta poderosamente hacia la crítica social y a lo real-surreal-moralizante. Representa a los que viven parte atrás con billetes rotos y puertas envejecidas, el comercialismo de la medicina aparece en su antinomia del blanco y el negro, y capta cómo los mecanismos de lo artificial destruyen vidas en una esculto-pintura monumental.
Incluye también en sus lienzos el lado positivo de la existencia, sea el amor de pareja, el cariño de una madre hacia su hija, el enigma de la pirámide que junta el cielo y la tierra o la danza de la esperanza que se expresa en la silueta de cuerpos hermosos.
Lo negro del fondo puede ser un símbolo de la lobreguez de lo cotidiano, sin embargo, sobre el mismo tono se realzan los colores, representados en el rojo de la pasión y el optimismo, en el amarillo de la felicidad y la abundancia, en el azul de la meditación y la introspección y en el verde de la esperanza. Las líneas fluidas envuelven las figuras, sea la de una manzana de la discordia a medio devorar, la del árbol recién creado o la de una niña ya crecida.
En sus cuadros trabaja preferentemente el óleo, aunque también incursiona en las técnicas mixtas, el acrílico y el dibujo. Su simbolismo acude a las espinas que protegen, a las casas que se alargan expresando el deseo de trascender, a las figuras femenina y masculina que nos llenan de equilibro, a los ojos alucinados y las manos devoradoras que nos sobrecogen.
En este artista se observan cuatro estilos básicos: un realismo surreal de carácter social, patriótico y moralizante, el chorreado delicado del período de la pandemia del que brota el virus que puso al mundo al borde de la incertidumbre, lo surrealista metafísico que tiene su punto relevante en su serie “ Tiempo de amar” y un expresionismo feroz con el que condena los vicios, la violencia y la maldad.
En febrero del 2023 presentó en el CODAP la exposición individual “Tiempo de amar”, en la que exhibió su serie de igual nombre y que fue organizada por Philartis R.D en colaboración con el Colegio Dominicano de Artistas Plásticos.
Ramón Calcaño fue nominado tanto a la 29 como a la 30 Bienal de Artes Visuales, y en cada uno de esos momentos presentó una obra en gran formato de temática social dentro de los salones del Museo de Arte Moderno. Se ha integrado a más de treinta exposiciones colectivas tanto nacionales como internacionales, entre ellas la tercera exposición “Hecho aquí” en La Vega (2018), el Concurso de Pintura Las Américas del 2020 y Fusiones II, realizada en el Colegio Dominicano de Artistas Plásticos en el 2021.
Por su calidad estética, por la profundidad de sus mensajes, por su dinamismo creador, por el detallismo de sus cuadros complejos y minuciosos, este alquimista de trazos y matices se ha ido convirtiendo en una figura imprescindible dentro de las artes plásticas dominicanas contemporáneas.