El nuevo gobernante de Cuba, Miguel Díaz-Canel, estrenará su agenda presidencial con las visitas de dos de los principales socios de la isla: los mandatarios de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Bolivia, Evo Morales, con quienes se reunirá en La Habana.
El primero en llegar a Cuba será Nicolás Maduro, quien viaja a la isla con el propósito de felicitar a Díaz-Canel por su elección como presidente y ratificar la alianza entre Cuba y Venezuela, según dijo el gobernante venezolano antes de partir hacia la isla.
No es casual que la primera visita de un jefe de Estado a Cuba desde que Díaz-Canel asumiera el cargo el pasado jueves sea la del presidente de Venezuela, país que es el principal socio político y económico de la isla, a la que surte de petróleo a precios preferenciales a cambio de servicios profesionales cubanos, principalmente de médicos y maestros.
Díaz-Canel recibirá a Nicolás Maduro este sábado en un acto oficial, a las 11.00 hora local (15.00 GMT) en el Palacio de la Revolución de la Habana, sede del Gobierno en la isla.
El presidente de Venezuela aprovechará el viaje para dar «un gran abrazo» al «hermano mayor» Raúl Castro que, tras dar el testigo a Díaz-Canel, se mantendrá tres años más como primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC, único).
Después de Maduro, el siguiente presidente que llegará a La Habana en el recién estrenado mandato de Díaz-Canel será el boliviano Evo Morales, otro de los aliados políticos de la isla caribeña.
Díaz-Canel recibirá a Morales el lunes 23 de abril, tras el tradicional homenaje previo en la estatua del prócer independentista cubano José Martí, en la emblemática Plaza de la Revolución.
A la espera de estas visitas, Cuba vivió ayer viernes la jornada de resaca del histórico relevo presidencial en un clima de absoluta normalidad y sin apariciones públicas del nuevo gobernante, Miguel Díaz-Canel, que cumplió hoy 58 años.
La prensa oficial de Cuba dedicó las portadas de ayer viernes a la elección de Díaz-Canel con titulares como «Otro 19 de abril de victorias» en el caso de Granma (órgano oficial del Partido Comunista), que alude a la coincidencia de la fecha del traspaso presidencial con la efeméride revolucionaria de la victoria de Playa Girón (Bahía de Cochinos).
La noticia se ilustra con una fotografía del momento en que el presidente saliente, Raúl Castro, levanta el brazo de un sonriente Díaz-Canel tras su designación, en un gesto clásico de la iconografía de la revolución cubana.
La misma imagen es la que aparece en la portada de Juventud Rebelde (periódico de las juventudes comunistas) bajo el titular «La Revolución es la obra más hermosa que hemos hecho».
En las calles de La Habana el relevo presidencial no ha alterado el día a día de los cubanos, que ayer se despertaron con un presidente al frente del país que por primera vez en casi 60 años no se apellida Castro.
En medio de la rutina y bullicio habituales de La Habana, la reacción de muchos cubanos de a pie ante la nueva etapa en el gobierno de la isla oscila entre la cautela y la apatía.
Para Naida, un ama de casa de 31 años, el primer día de mandato de Díaz-Canel ha sido «totalmente igual, nada nuevo (…) Hay que esperar a que pase el tiempo y ver qué pasa», según dijo, lacónica, en declaraciones a Efe.
«Los cambios pueden traer cosas buenas o cosas malas, pero siempre tiene que haber cambios en la vida, todo no puede ser una misma cosa siempre», comentó Yulaidis, una estudiante de Estomatología de 21 años también cantante, para quien el nombramiento de Díaz-Canel no ha supuesto una sorpresa: «Eso ya estaba previsto», dijo a Efe.
Un día después de su ratificación como nuevo mandatario cubano, Díaz-Canel ha seguido recibiendo mensajes de enhorabuena de jefes de Estado internacionales, entre ellos el hermético líder norcoreano Kim Jong-un, quien le dedicó una «cálida felicitación», según destacó la prensa oficial cubana.
En la primera llamada telefónica entre ambos presidentes, desde el Kremlin el mandatario ruso, Vladimir Putin, también deseó éxitos y un feliz cumpleaños a su homólogo cubano, a quien ofreció ayuda para la modernización de la isla, principalmente en las áreas de energía y transporte.
Igualmente, el presidente y el primer ministro chinos, Xi Jinping y Li Keqiang, mostraron a Díaz-Canel y a Raúl Castro su disposición a profundizar la relación política y la cooperación bilateral, entre otros mensajes