Redacción elDigital.com.do
Brasil y Canadá discuten sobre la posibilidad de reforzar la Policía de Haití, El Salvador anuncia que establecerá oficina de cooperación en ese país
La comunidad internacional comienza a manifestar interés ante la fuerte crisis política, social y económica que vive Haití, uno de los países más pobres y violentos del mundo; reclamo que ha reiterado el gobierno dominicano en varias reuniones de jefes de Estado, incluso hoy, durante el discurso del presidente Luis Abinader en la 57ª Reunión de Jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) , que se realizó en Belice.
En este escenario el mandatario dominicano insistió en que la crisis en Haití implica una “carga desproporcionada” sobre República Dominicana, en especial porque «genera tensiones sociales y una fuerte presión presupuestaria en los servicios sociales que mi país que se ve obligado a proveer a los migrantes irregulares haitianos”.
Este martes, el vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, anunció también en la 57ª Reunión de Jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) que su país instalará una oficina de cooperación en Haití.
Adelantó, en tal sentido, que los cancilleres de su país y de Haití firmaron en Washington un acuerdo para que El Salvador instale una oficina de cooperación en alguna ciudad haitiana.
También hoy, los ministros de Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, y Canadá, Mélanie Joly, discutieron este martes sobre la posibilidad de reforzar la Policía Nacional de Haití, país que atraviesa una grave crisis sociopolítica y de seguridad.
Vieira, que recibió a su homóloga canadiense en Brasilia, dijo que Haití atraviesa una crisis «multidimensional» que requiere de «mucha atención por parte de la comunidad internacional».
«Discutimos específicamente modalidades de fortalecimiento de la Policía Nacional Haitiana para enfrentar los graves problemas de seguridad pública que afectan la vida en aquel país», dijo el canciller brasileño en un pronunciamiento a la prensa, sin entrar en detalles de qué fórmulas están en estudio.
La comunidad internacional no consigue alcanzar un consenso sobre cómo ayudar a Haití, cuya situación de seguridad sigue deteriorándose desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021.
Los asesinatos, violaciones y secuestros se han convertido en zonas de Haití en algo prácticamente continuo, y los crímenes violentos se han multiplicado por dos en el primer trimestre de este año con respecto al mismo periodo de 2022, según cálculos de la ONU.
El Gobierno haitiano solicitó apoyo a la ONU el pasado octubre y entonces, la Secretaría General de la ONU propuso al Consejo de Seguridad el envío de un contingente con personal de uno o varios países.
Esa posible intervención no se realizará bajo la bandera de Naciones Unidas, por el mal recuerdo que dejaron en Haití los «cascos azules» en su última misión (2004-2017), que estuvo liderada por Brasil.
Estados Unidos y Canadá han liderado las conversaciones sobre una posible intervención, pero hasta el momento no han mostrado intención de encabezarla y no se ha encontrado a ningún país con capacidad y disposición a hacerlo.