En su reunión de política monetaria de marzo de 2018, el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) decidió mantener su tasa de interés de política monetaria en 5.25% anual.
La decisión de dejar invariable la tasa de referencia se sustentó en el examen exhaustivo del balance de riesgos en torno a los pronósticos de inflación, los principales indicadores macroeconómicos nacionales, el entorno internacional relevante, las expectativas del mercado y las proyecciones de mediano plazo.
La inflación del mes de febrero de 2018 fue de -0.11 %, por lo que la inflación acumulada en los primeros dos meses del año alcanzó 0.18% y la inflación interanual se ubicó en 3.32%. Por otro lado, la inflación subyacente, relacionada a las condiciones monetarias, se colocó en 2.46% interanual.
Los pronósticos señalan que la inflación se mantendría durante el horizonte de política monetaria dentro del rango meta de 4.0% ± 1.0%
establecido en el Programa Monetario.
En el entorno internacional, el panorama económico mundial continúa mejorando, según las más recientes proyecciones de Consensus Forecast (CFC). En ese sentido, CFC estima una tasa de expansión de 3.3% para la economía mundial en 2018, impulsada principalmente por el dinamismo de las economías industrializadas.
Estados Unidos de América (EUA) crecería 2.8% y la Zona Euro (ZE) se expandiría en 2.3% en el presente año. Para 2019, se espera que el dinamismo económico de las naciones desarrolladas continúe, alcanzando EUA un crecimiento de 2.6% y la ZE de 1.9%.
Asimismo, las presiones inflacionarias se mantendrían moderadas en las economías avanzadas, estimándose inflaciones para EEUU de 2.4% en 2018 y 2.1% en 2019, y para la ZE de 1.5% en ambos años. En el caso de América Latina (AL), las perspectivas de recuperación apuntan a un crecimiento 2.6% para 2018 y 2.9% para 2019. Solamente Venezuela permanecería en recesión durante el periodo de
proyección.
Cabe destacar que el Banco de la Reserva Federal de EUA ajustó al alza su tasa de política monetaria (TPM) en 0.25 puntos porcentuales, elevándola a un rango entre 1.50% y 1.75%, en un movimiento esperado por el mercado y en respuesta a potenciales presiones inflacionarias asociadas al auge económico de ese país.
El mercado espera al menos cuatro incrementos adicionales de la TPM de EUA en 2018 y 2019. No obstante, las condiciones financieras internacionales continúan favorables para las economías emergentes en un entorno de abundante liquidez, mientras que los precios de los bienes primarios, principalmente el petróleo, han retomado su tendencia al alza en el presente año.
En el contexto interno, la economía dominicana continúa bajo los efectos favorables del estímulo monetario puesto en marcha en la segunda mitad del pasado año. En ese sentido, informaciones preliminares muestran que en febrero la tendencia-ciclo del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE), la cual excluye el componente irregular de la serie lo que modera su volatilidad, estaría creciendo 6.2% interanual.
En este contexto en que la economía crece por encima de su potencial, los préstamos privados en moneda nacional mantienen su dinamismo, registrando un crecimiento superior a 13% interanual a marzo. Es importante señalar que los modelos de pronósticos indican que en el presente año, el crecimiento económico podría situarse en torno a 6.0% interanual.
Por el lado de la política fiscal, las recaudaciones del Gobierno se han mantenido por encima del monto presupuestado durante el primer trimestre del año. En este entorno de mayores ingresos fiscales mejoran las perspectivas para el cumplimiento de la meta de déficit fiscal de 2.2% del PIB para 2018. En el sector externo, continúa el dinamismo en las actividades generadoras de divisas, como el turismo, las remesas y la inversión extranjera directa, lo que facilita la estabilidad relativa del mercado de cambio y el fortalecimiento de las reservas internacionales.
El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de conducir la política monetaria orientada al logro de la meta de inflación y el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica. En ese sentido, seguirá monitoreando la evolución de la economía mundial, particularmente los precios de los hidrocarburos, así como las políticas monetaria, fiscal y comercial de EUA.
Adicionalmente, a nivel nacional, la institución continuará monitoreando los principales riesgos, a fin de adoptar las medidas necesarias ante posibles efectos sobre la estabilidad de precios y el buen
funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos.