Por María Fals
M.A. Crítica e Historiadora del Arte
El expresionismo abstracto fue una tendencia artística que surgió a finales de la II Guerra Mundial.
Según Wassily Kandinsky, “un mundo feliz genera un arte realista, pero el mundo como el mundo de hoy tiene que dar lugar a un arte abstracto”. Se refería entonces a su época de guerras mundiales, de angustia y de muerte.
El expresionismo abstracto fue una tendencia artística que surgió a finales de la II Guerra Mundial. En ella se incluyen varios movimientos como el informalismo, el chorreado o dripping, la pintura matérica y la espacial o de los llamados “color paintings”.
En sentido general, el expresionismo abstracto mostró la evolución de formas retorcidas, angustiosas y crispadas hacia su disolución, convirtiéndose en elementos ajenos a referentes de la vida real.
El informalismo de Jean Fautrier, Jean Dubuffet y Wols convirtió lo feo e inacabado en aspectos dignos de ser representados artísticamente. Sus genios creadores se expresaron a través de la catarsis, de técnicas como el grattage donde se mezclaba el óleo con arena, materiales de textura áspera. Se ve en ellos el uso preferencial de las tonalidades ocres. La agresividad plasmada en sus lienzos llevó a una renovación de las artes visuales en la cuarta década del siglo XX.
La pintura matérica de Antoni Tápies, Modest Cuixart y los miembros de Dau Al Set fue dejando atrás su visión surrealista para convertir en muros, en polvo de estrellas muertas y en texturas la superficie del cuadro. Sin dejar completamente la alegoría a lo concreto, apreciable en unos ojos, en una mano de pocos dedos, en una cruz, pusieron de manifiesto su creatividad a través de una poética que acude a lo nostálgico.
Jackson Pollock, formado inicialmente en Estados Unidos dentro del informalismo, del arte de los pueblos indígenas y del muralismo mexicano, derivó hacia una pintura automática por la que se consideraba a sí mismo el verdadero surrealista.
Colocaba sus cuadros en el suelo y les derramaba pintura, a veces tierna y cuidadosamente, otras en forma apasionada, elaborando composiciones donde el azar era el protagonista y los títulos estaban ausentes o se basaban en lo que la mancha de color podía sugerir. Surgen así “Senderos Ondulados”, “Postes Azules” y otras creaciones que son la radiografía del estado de alma del autor en el momento en que fueron pintadas.
La pintura espacial de Barnett Newman, Clifford Still y Mark Rothko recrea, a través de campos de colores que se convierten en otros, el sentido de la profundidad basado en la dinámica del color.
Casi siempre usan grandes formatos logrando que la obra impacte de manera efectiva en la psicología del espectador a través de los pigmentos.
En 1956, Richard Hamilton, el pintor inglés nos pregunta a través de su arte: “¿Por qué los hogares de hoy son tan diferentes, tan agradables?” La respuesta que busca se aloja en los personajes y objetos de su obra, en su mujer desnuda y su musculoso caballero con la raqueta con tres letras- POP-, en los elementos de alta tecnología que muestra insertados en la vida cotidiana: la grabadora de cinta, el televisor, la aspiradora, el jamón enlatado.
Así se acuña el término Pop para este nuevo arte, reflejo del cambio del modo de vida y del paso hacia una floreciente sociedad de consumo en los países más desarrollados industrialmente como EE. UU e Inglaterra.
En los Estados Unidos este estilo se aprecia en las serigrafías, pinturas e instalaciones de Andy Warlhol con su Marilyn Monroe y sus latas de sopa Campbell, en Jasper Johns y su bandera de Estados Unidos de Norteamérica, en James Rosenquist y su universo agigantado, en Wesselman y sus mujeres fragmentadas y cosificadas, en Rauschemberg y su gallina odalisca disecada.
El mundo de los objetos y del mobiliario se benefició de este arte. Apareció el sofá Marilyn de Hans Hollein, el grupo Menphis, el uso del plástico, del color puro y las formas redondeadas que semejan labios, cuerpos, círculos, agradando, divirtiendo, acercándose al placer del espectador.
En la moda se impone la minifalda, Mary Quant con sus vestidos a rayas, sus marineras, los tennis y las medias tobilleras, sus vestidos de torso largo y mangas tres cuartos, con su mundo adolescente y juvenil a cuestas, lleno de sonrisas abiertas, de “Mayo francés”, de optimismo, visión de cambio y alegría de vivir.
Dos mundos, dos contextos diferentes, dos quehaceres artísticos, uno introvertido, visceral y endurecido, llamado expresionismo abstracto y otro superficial, masivo, cercano e intenso llamado Pop. Son evidencias de un arte que cambia expresando en cada momento la nueva realidad que le da vida.