Margarita Quiroz
La realidad es muy triste, la mayoría de las madres solteras con niños dentro del espectro del autismo son abandonadas por sus parejas, quienes huyen ante la realidad del diagnóstico, la fuerte responsabilidad y la carga económica y emocional que esto conlleva.
El abandono por parte de sus parejas es otro duelo que se suma al ya vivido al enterarse de un diagnóstico inesperado. Entonces, comienza la lucha porque sus hijos puedan por lo menos comer.
Muchas historias que contar, pero hemos seleccionado a Nathalia, madre de dos niños con l,a condición, uno de 12 y, el más pequeño, de 10 años. Dos varones, uno con un caso más severo que el otro.
Nathalia, reside en San Cristóbal, abogada de profesión, dedicada al ‘chiripeo’, no puede tener un trabajo fijo pues no tiene quien le cuide a sus dos hijos, aunque aclara que, gracias a Dios, ha recibido apoyo de sus padres y hermanos
En 2018, su pareja la abandonó, y desde esa fecha, también la desamparó económicamente. «Me dijo que no iba a tratar locos» , recogió sus pertenencias y se marchó. Eso le dolió mas que la realidad de sus hijos, no se lo esperaba.
Dice que lo demandará para que enfrente su responsabilidad, ya que puede: «trabaja en una construcción hotelera en Samaná», aunque a la vez lo duda, y exclama, «todo se lo dejaré a Dios».
Una triste historia, que invita a ser más empáticos como sociedad, desde el gobierno y el Congreso, con la aprobación de una ley de atención a personas con la condición de autismo, a los fines de que Nathalia, y muchas otras madres con vidas similares o no puedan ser auxiliadas en el orden que requieran, salud, educación, terapias…
Ahí, y en otros puntos más, radica la importancia de esta ley, por ejemplo, que personas astutas, sin estudios en el área de la psicología e intervención terapéutica, aprovechen las debilidades del sistemas y abran centros con un paquete de ofertas atractivas, dirigidos a padres necesitados, desesperados y desamparados y frente a las narices de las autoridades. Por eso impera que se sumen, cada día, más voces.