Puede que no haya tenido participación en la coronación de Carlos III, pero fue una de las protagonistas de este día histórico para los británicos. Kate Middleton robó miradas al llegar a la Abadía de Westminster vestida de la misma firma que confeccionó su traje de novia con el príncipe William, en 2011.
La princesa de Gales llevó un espectacular diseño de Alexander McQueen elaborado en crepé de seda color marfil con lingotes de plata y bordados de hilo con motivos de rosas, cardos, narcisos y tréboles.
Sobre el diseño, en un guiño patriótico, portó el Manto de la Real Orden Victoriana, que destaca por su diseño de raso de seda azul oscuro, ribetes rojos, forro de tafetán de seda blanca y una insignia bordada a mano con hilo de oro de la estrella de dama de Gran Cruz de la Real Orden Victoriana.
En el cabello, lució un tocado de plata, cristal e hilo plateado, bordado en forma de hojas tridimensionales, elaborado por Jess Collett x Alexander McQueen, a juego con la de su hija de ocho años, la princesa Charlotte, quien también deslumbró con un vestido y una capa de Alexander McQueen.
En cuanto a las joyas, Kate optó por unos pendientes de perlas y diamantes que pertenecieron a su suegra, la princesa Diana, y un collar que apenas era visible, pero que guarda un gran significado para la familia real: el collar de festón de Jorge VI, una pieza confeccionada en 1950 por petición del rey Jorge VI para su hija, la entonces princesa Isabel. Se trata de un ostentoso accesorio que, tras convertirse en reina de Inglaterra, llevó en múltiples oportunidades.
De agencia