Por: María de las Nieves Fals Fors
Historiadora del Arte
En la exposición colectiva “Fusiones II” inaugurada en el CODAP el 5 de mayo de 2021, una obra atrajo mi mirada. Tenía el sugestivo título “Los que viven parte atrás”. En otra visita al CODAP pude conversar personalmente con el autor del cuadro que tanto me había gustado y saber que había estudiado en la Escuela Nacional de Artes Visuales y también en la Escuela de Guillo Pérez, que pertenecía al Colectivo Coco D’ Art, que había obtenido 26 premios nacionales e internacionales y participado en numerosas exposiciones colectivas.
Tiempo después, en la 29 Bienal de Artes Visuales, un cuadro en gran formato de su autoría me deslumbró por su rigor técnico y detallismo. Su título era “No importa de donde vienes, sino hacia dónde vas”. A través de él, pude analizar nuevamente la valía de este joven pintor que ha desarrollado un hiperrealismo con temáticas que abarcan lo social, lo patriótico y lo moralizante.
En la medida en que fui profundizando en su trabajo, pude ver que tenía también otra línea creativa, a la que él denominaba “surrealista” por su carácter onírico y la presencia en sus espacios infinitos de objetos que en la vida real no pueden conciliarse. En estos cuadros, analicé también cierta cercanía con la ingenuidad de la pintura imaginaria de Giorgio de Chirico, capté toques de la planimetría y colorido del Pop, sentí lo catártico de la deformación expresionista.
Atravesando con cuidado la piel de los lienzos de esta faceta de su arte, pude adentrarme en el universo paralelo de la mitología personal de Ramón Calcaño. Viví en casas que se alargaban tornándose prismas multicolores, caminé junto a parejas amorosas en los paisajes de un mundo feliz y a la vez recóndito, sentí el aroma de frutos no nacidos que colgaban de las ramas de árboles imposibles en el plano terrenal, recortados contra un cielo de negrura inquietante que enmarcaba la leyenda de su creador.
El uso de colores a veces cálidos, a veces fríos, la tendencia a la verticalidad y a lo ascensional en su composición, la presencia de lo masculino y lo femenino como pilares antinómicos de los que nace la vida, los ojos abiertos que nos observan inquisitivos, espinas, astros, y una paloma en vuelo son algunos de los elementos formales que portan los mensajes que Ramón Calcaño nos invita a descifrar en sus creaciones.
De esta tendencia de su producción artística ha nacido la que será su primera individual, “Tiempo de amar” que se presentará el 10 de febrero en el Colegio Dominicano de Artistas Plásticos a las 6:00 de la tarde.
En ella, Ramón Calcaño unificará lo simbólico con la alquimia de sus composiciones, revelando una vez más su extraordinario talento, expresando visualmente su interés de contribuir con su arte a forjar un mundo mejor donde el amor impregne la esencia de todas las cosas.