La última gala de los Latin Grammy superó con creces las expectativas del cantante uruguayo Jorge Drexler, quien se alzó con siete gramófonos dorados, entre ellos dos para un tema singular en su producción, «Tocarte», fruto de rozar ámbitos y formas ajenos en su sorprendente alianza con el español C. Tangana.
«No es fácil relatar el sexo sin caer en terrenos donde no quieres entrar o en la banalidad; por eso es importante compartir autoría, porque te permite echar la culpa a otro e ir a territorios nuevos», reflexiona entre risas el artista en una entrevista con EFE antes de celebrar, esta vez sin sorna, cómo este tema es tratado «maravillosamente en la música urbana, de forma muy frontal».
Concede que no a todo el mundo le parece bien ese enfoque, quizás porque, asociado a ello, a veces aparecen aspectos como «el machismo, la discriminación de género o la grosería».
«Pero muchas de las críticas que se le hacen al reguetón y a la música urbana son más por la sexualización que porque sigan existiendo los mismos parámetros con los que se originó en los años 90. Ha evolucionado mucho desde los primeros reguetones de ‘dembow’, que eran relativamente homófobos, al ‘Yo perreo sola’ de Bad Bunny», argumenta.
El puertorriqueño fue, junto con la española Rosalía, uno de los grandes damnificados de esa ceremonia de entrega de premios, el 17 de noviembre en Las Vegas (EE.UU.); esta vez, el uruguayo afincado en España se ha cuidado mucho de que vuelvan a presentar su triunfo frente a ellos como el de la «música seria» ante los ritmos de las nuevas generaciones.
«Cuando se dice eso de ‘la música de hoy es una mierda’ es una discriminación por términos de edad y no es nuevo. No existe nadie que lo haya afirmado a quien no le hayan dicho lo mismo 30 años antes», argumenta antes de invitar a explorar los orígenes jamaicanos del reguetón y «ese ritmo increíble del 3-3-2 que también tiene la milonga».
Una noche para el recuerdo
Sobre cómo vivió la última ceremonia de los Latin Grammys, Drexler relata el ambiente en un espacio para 15.000 personas y la competencia en categorías con nominados mucho más «mediáticos», que recibían ovaciones con su sola mención, en contraste con la calmada aclamación cuando era él quien subía a recoger el galardón.
«Hubo un momento que me dio la impresión de que le estaba arruinando la fiesta a un montón de gente. La segunda vez que subí en medio de un silencio casi me faltó pedir disculpas», cuenta con humor tras aquella «exageración maravillosa» de siete premios.
Drexler hasta hizo suya la distinción a la mejor canción en lengua portuguesa, algo especialmente grato para este artista, que aprendió el idioma escuchando a aquel «Olimpo de la canción brasileña» integrado por figuras como Caetano Veloso, y a cuyas puertas pareció tocar al fin con aquel Latin Grammy.
Representa además todo un viaje para un compositor que vendió 33 copias de su primer álbum hace ya 30 años y que se reconoce como ejemplo en alguna etapa de su vida del «fracaso industrial» («Que no del musical», precisa), si bien rechaza de plano la idea de atravesar ahora una etapa de reivindicación.
«No hay nada peor que querer que lo reivindiquen a uno. Esos procesos para empezar vienen de sentirte en inferioridad de condiciones o en un plano de superioridad y yo nunca me he sentido así. Nunca me he quejado de nada y he estado contento con lo que me ha pasado en la vida, Dios me libre de sentirme un triunfador», asegura.
Señala que la clave de su carrera ha sido siempre «tensar la creatividad», algo para lo que en esta última etapa ha sido crucial el encuentro con un artista más joven como C. Tangana desde que, en junio de 2020, escribieron en apenas seis horas la sensual «Tocarte», que recibió los premios a mejor grabación del año y canción del año en los Latin Grammy.
«Ha sido un privilegio escribir con alguien de ese talento y esa visión. La idea era sentirme un aprendiz. Para empezar, no era mi sistema de rimas, pues iba en contra de todos mis principios pseudoacadémicos, pero no hay nada mejor que encontrar un universo que de primeras no parece tuyo y que termine siéndolo», celebra Drexler.
Y quien terminaría escribiendo con C. Tangana en el Madrileño otros dos temas de éxito, «Nominao» y «Hong Kong».
EFE