El consumo de alcohol está fuertemente regulado en la nación islámica, pero los organizadores habían concedido establecer horarios de venta de cerveza antes y después de los partidos en las afueras de los ocho estadios.
En un giro de última hora, las autoridades de Catar y de la FIFA anunciaron el viernes que la venta de alcohol estará prohibida en las afueras de los estadios del Mundial, donde se aguarda la llegada de Cristiano Ronaldo en plena crisis con el Manchester United.
La prohibición ensombrece el compromiso de las autoridades del pequeño y conservador emirato de suavizar la aplicación de sus leyes durante la gran cita del fútbol, a la que se espera que viajen más de un millón de aficionados de todo el mundo.
El consumo de alcohol está fuertemente regulado en la nación islámica, pero los organizadores habían concedido establecer horarios de venta de cerveza antes y después de los partidos en las afueras de los ocho estadios.
El propietario del gigante cervecero estadounidense Budweiser, uno de los principales patrocinadores del Mundial desde hace tres décadas, declaró que estas restricciones de alcohol están fuera de su control.
Para la FSA, asociación de hinchas de Inglaterra, «este giro de último minuto ilustra un problema más amplio: la total falta de comunicación y transparencia del comité organizador respecto a los aficionados».
«Si ellos pueden cambiar de opinión de un momento a otro, los aficionados tendrán una preocupación comprensible sobre su capacidad para cumplir con otras cuestiones, como el alojamiento, el transporte y las cuestiones culturales», alertó la FSA, que tendrá a miles de integrantes en Doha el lunes para el debut contra Irán.
Desde su sorprendente designación como sede del torneo en 2010, en detrimento de la favorita Estados Unidos, Catar ha sido objeto de numerosas críticas que van desde acusaciones de corrupción para la nominación hasta el trato que reciben los trabajadores migrantes, el respeto a los derechos de las mujeres y del colectivo LGBTIQ+ o el impacto medioambiental del torneo.
Según el diario británico The Times, que avanzó la decisión del viernes, la marcha atrás en la venta de alcohol es el resultado de la «considerable presión» ejercida por los dirigentes cataríes, incluida la familia gobernante.
En el plano futbolístico, Catar sigue esperando la llegada de algunas selecciones a solo dos días de que ruede el balón.
Portugal aterrizará a última hora de la tarde en la capital catarí con su estrella, Cristiano Ronaldo, en el ojo del huracán por su enfrentamiento con el Manchester United.
Este mismo viernes el club inglés anunció que ha tomado «las medidas pertinentes» como respuesta a unas declaraciones del veterano delantero contra su entrenador, Erik Ten Hag, por quien dijo que «no tiene ningún respeto».
Publicadas a lo largo de varios días, las declaraciones confirman que Ronaldo, que ha gozado de pocos minutos de juego esta temporada, y los ‘Diablos Rojos’ se hallan al borde del divorcio.
Para reducir la presión, los portugueses se instalarán lejos de los demás equipos, al este de Doha.
En la capital catarí ya se encuentran la Argentina de Messi y la Francia de Mbappe, así como otras candidatas como Alemania e Inglaterra.
Los ingleses se preparan para debutar el martes ante Irán, un combinado al que se seguirá de cerca por si expresa muestras de apoyo a los manifestantes de su país o condena a la represión de las protestas.
Su capitán, Alireza Jahanbakhsh, afirmó el jueves que la elección entre celebrar o no un gol en el Mundial-2022 en apoyo a los manifestantes en Irán es una «decisión personal» de los jugadores.
En otra señal de que este Mundial se vivirá en un contexto muy particular, la selección polaca partió con la escolta de dos aviones de combate F-16 a través de su espacio aéreo.
Polonia sigue conmocionada por la explosión de un misil en Przewodow, una pequeña localidad situada a 6 kilómetros de la frontera ucraniana, que provocó la muerte de dos personas a principios de esta semana.
El proyectil, que ha generado temores de una escalada en la invasión rusa en Ucrania, habría sido disparado por la defensa aérea ucraniana con el objetivo de interceptar los ataques rusos.
Esta escolta «es algo bueno, muestra el apoyo que le damos a nuestros jugadores», declaró el ministro de Defensa, Mariusz Blaszczak.
Por llegar a Catar solo queda un puñado de combinados, entre ellas el Brasil de Neymar, que será el último país en desembarcar el sábado por la tarde, la víspera del partido inaugural.
AFP