La tormenta tropical Nicole derribó numerosas viviendas que cayeron al océano Atlántico el jueves y amenazaba varios edificios altos en lugares donde el huracán Ian había destruido los rompeolas y otras protecciones semanas atrás.
“Numerosas viviendas costeras en Wilbur-by-the-Sea se han derrumbado y otras propiedades están en riesgo”, dijo el comisario del condado de Volusia, Mike Chitwood, en un mensaje en redes sociales. En la zona de Daytona Beach, los puentes a la costa estaban cerrados a todos menos el personal indispensable y se declaró un toque de queda, añadió.
Wilbur-by-the-Sea es un vecindario en una isla frente a la costa donde hay solamente casas, no condominios ni hoteles. En la cercana Daytona Beach Shores, una hilera de condominios junto a lo que quedó de la playa luego del paso del huracán Ian, se evacuó a toda la población antes de Nicole tocara tierra porque todos los rompeolas se habían derrumbado.
Nicole seguía siendo una enorme tormenta tropical que cubría casi todo el estado de Florida y se extendía hacia Georgia, las Carolinas y Alabama. Vientos dañinos se extendían hasta 720 kilómetros (450 millas) del centro en algunas direcciones a medida que Nicole viraba hacia el norte sobre el centro de Florida.
Krista Dowling Goodrich, administradora de 130 casas de alquiler en Daytona Beach Shores, vio desaparecer la playa detrás de algunas casas que estaban siendo evacuadas.
“Estando nosotros allí, todo el patio trasero empezó a caer al océano. Llegó hasta la casa”, dijo Goodrich. Añadió que el agua cubrió terrenos entre varios condominios altos cercanos.
Las autoridades de Daytona Beach Shores consideraron que los edificios residenciales sobre la costa eran inseguros y fueron puerta a puerta para decir a la gente que recogiera sus bienes y partiera. Declararon inseguros una media docena de edificios residenciales altos dañados por el huracán Ian y ahora amenazados por Nico.
“Eran los edificios altos. A la gente que se negaba a partir, la sacaban por la fuerza porque no es seguro”, dijo Goodrich. “Me preocupa la infraestructura de la zona porque al desaparecer los rompeolas, no van a permitir que regrese la gente… Habrá mucha gente desplazada por un tiempo”.
El huracán, inusual en noviembre, provocó el cierre de aeropuertos y parques de diversión, así como evacuaciones, incluyendo la de Mar-a-Lago, la finca del expresidente Donald Trump. Las marejadas ciclónicas podrían erosionar todavía más muchas de las playas golpeadas por el huracán Ian en septiembre, advirtieron las autoridades.
Robbie Berg, especialista en huracanes del Centro Nacional de Huracanes en Miami pidió a la gente que tenga en cuenta los peligros que traería Nicole “a todo el estado de Florida hoy”.
El clima en el sur de Florida era soleado y sereno a medida que la tormenta se desplazaba hacia el norte y podría descargar hasta 15 centímetros (6 pulgadas) de lluvia sobre los montes Blue Ridge, según los meteorólogos.
Nicole tocó tierra como huracán de categoría 1 en Vero Beach alrededor de las 3 de la mañana, pero luego sus vientos máximos sostenidos se redujeron a 100 km/h (60 mph), dijo el centro con sede en Miami. El centro se encontraba 50 kilómetros (30 millas) al sureste de Orlando y se desplazaba hacia el oeste-noroeste a 22 km/h (14 mph).
EFE