Muchas personas se hacen la misma pregunta. ¿Me alcanzará el dinero? Cuando la principal interrogante debe ser: ¿Cómo lograr que sea suficiente lo que tengo? La respuesta puede ser simple, haz un presupuesto para no quedarte corto y tener lo necesario. Pero para muchos no es tan fácil.
Para crear un presupuesto y llevarlo a que este de resultado logrando salir airosos cada fin de mes, hay varios puntos a tomar en cuenta.
El presupuesto no es más que un plan escrito, de nuestros gastos e ingresos, con el objetivo de ayudarnos a organizar nuestros consumos todos los meses. Con su uso podemos aprender a administrarnos mejor, tanto en nuestras finanzas personales, como en las comerciales, en caso de que seamos emprendedor o tengamos algún tiempo realizando una actividad comercial, evitando endeudarnos innecesariamente.
Lo primero es determinar con cuánto dinero contamos. Teniendo esto claro podremos saber el límite a utilizar. Estos ingresos pueden ser tu salario, una mensualidad, remesas fijas de algún familiar, de un trabajo extra, un pasatiempo que te genera dinero. Se deben incluir todas las fuentes.
Estas entradas de capital debemos escribirlas con descuentos de impuestos u otro monto incluido. Así sabremos la cantidad de dinero real que tenemos para ajustar mejor los gastos y determinar cuánto podemos ahorrar y evitar quedarnos cortos cada mes, además saber con qué contamos en caso de tener alguna emergencia o imprevisto.
Lo segundo es identificar nuestros gastos. Es necesario hacer una lista de todos, los fijos, que son los que tenemos mes tras mes como, universidad, celular, pasaje o combustible, factura de la luz, el teléfono, renta, entre otros.
En caso de tener fijos que varían de mes a mes, lo recomendable es asignarle una cifra promedio. Luego, calcular los que no son permanentes y que de alguna forma podemos controlar como: ropa, salidas al cine, salidas a restaurantes, etc.
Tercero, es recomendable agregar dos cuentas pequeñas: imprevistos y ahorro. Estas serán destinadas a gastos de emergencia y otra para crear el hábito del ahorro.
El dinero que fijemos a estas cuentas no tiene que ser mucho y depende de la cantidad de dinero que generemos y lo que entendamos se necesitaría en caso de una situación de emergencia. Lo ideal es que en imprevistos asignemos un 5% y en ahorro al menos el 10% de lo que generemos mensualmente.
Si eres emprendedor o te dedicas a alguna actividad comercial puedes aplicar este mismo esquema de presupuesto, haciendo uno independiente para tu actividad de negocio, no es recomendable mezclar los gastos personales con los comerciales.
Luego de tener claro cuánto se gasta en nuestras obligaciones fijas, imprevistos y ahorros, debemos elegir la mejor manera de no salirnos de este presupuesto. Una forma puede ser saldar primero todos los fijos, colocar en una libreta los ahorros y en otra cuenta los imprevistos, y para los usos variables, es recomendable hacer uso de la tecnología y usar tarjetas de débito en la que depositemos estos montos para ir haciendo los pagos de manera digital.