El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aterrizó este lunes en la ciudad de Ponce, en el sur de Puerto Rico, para evaluar los daños causados por el reciente huracán Fiona y mostrar su apoyo a la isla.
En su primer viaje oficial como presidente a Puerto Rico, de unas tres horas de duración, Biden fue recibido en el aeropuerto internacional Mercedita por el gobernador puertorriqueño, Pedro Pierluisi; el alcalde de Ponce, Luis Irizarry, y la comisionada residente en Washington, Jenniffer González, entre otros.
El mandatario va a visitar la escuela Centro Sor Isolina Ferré Aguayo y, acompañado de la primera dama estadounidense, Jill Biden, se reunirá con familias y líderes comunitarios afectados por el huracán que, desde que impactó la isla el pasado 18 de septiembre, ha causado 25 muertos.
La portavoz del Gobierno de EE.UU., Karine Jean-Pierre, explicó en una rueda de prensa a bordo del avión presidencial Air Force One, de camino a Puerto Rico, que el mandatario se dirige a la parte más afectada por el huracán.
«Es una zona a la que los presidentes no han ido antes y creo que demuestra el compromiso del presidente y de la primera dama con la gente de Puerto Rico», subrayó.
Antes de partir, Biden dijo a los periodistas en la Casa Blanca que viaja a la isla porque «no se ha cuidado mucho de ellos (los puertorriqueños)».
Su predecesor en la Casa Blanca, el republicano Donald Trump (2017-2021), protagonizó numerosos desplantes a Puerto Rico, llegando a asegurar durante una visita la isla en 2017 que el desastre causado por el huracán María de ese año no era «una catástrofe real».
Biden tiene previsto anunciar durante su visita a la isla más de 60 millones de dólares en fondos para proyectos que mitiguen las inundaciones en caso de huracanes.
Estos fondos, otorgados a través del paquete de infraestructuras aprobado a finales de 2021 por el Congreso y firmado por Biden, tienen el objetivo de asegurar diques y fortalecer muros contra inundaciones en Puerto Rico, que es un estado libre asociado a EE.UU.
También anunciará un nuevo esfuerzo de todo el Gobierno de EE.UU. para hacer que la red de energía de la isla sea más segura y resistente, después de que Fiona dañara más de la mitad de las líneas de transmisión y los alimentadores de distribución y causara un apagón general.
EFE