Por María Fals
M.A. Crítica e Historiadora del Arte
Germán García es un destacado artista visual dominicano nacido en 1962. Inició sus estudios de arte a través de las enseñanzas de Eligio Pichardo. Cuenta con más de cuarenta y cinco años de exitosa carrera artística dentro y fuera de la República Dominicana. Sus obras se encuentran en colecciones privadas de diversos países como Puerto Rico, Venezuela, Cuba, España, Argentina, Uruguay, México, Italia, EE. UU, Reino Unido y Marruecos, entre otros.
Ha participado en más de cuarenta exposiciones individuales y colectivas entre las que destacan “45 años de luz y color” realizada en el 2019 en el Hotel Crowne Plaza de Santo Domingo, “El Retorno de las monarcas” en el Museo de Casas Reales del 2018, su exposición “Retrospectiva” en el Centro Perelló de Baní (2017) y su exposición número 22 en Altos de Chavón, La Romana (2015).
Su arte, se caracteriza por el gran formato, el manejo excelente de volúmenes figurados que componen las formas, el color intenso y variado y la línea de cierre marcada que conforma siluetas sólidas que transmiten un sentido de permanencia y eternidad. Busca lo pétreo, lo compacto, sin dejar a un lado la sensación de movimiento, lograda en composiciones donde repite las figuras en diferentes posiciones evocando el futurismo.
El estilo de Germán García se enmarca en medio del arte postmoderno, en el que recompone elementos de estilos divergentes para lograr la elaboración de un lenguaje altamente personal, con una simbología y factura distintivas que lo convierten en un mensajero de soles, de rostros, de flores, de siluetas que se integran en rutas compositivas inexploradas.
Sus personajes se presentan a veces con los ojos cerrados en profunda meditación, explorando su propia alma. En otros momentos la vida emerge en sus maternidades, representadas en gemelos amados, mientras el círculo rojo reverdece en hojas de amor. La figura aislada alterna con las múltiples en un orden rítmico lleno de armonía y la referencia a los mitos tainos aflora en la ciguapa que descubrimos al analizar sus cuadros.
La contemplación, el dinamismo, la alternancia entre las ramas secas y el florecer de la esperanza, los cuerpos femeninos fortalecidos en su unión e integración, una década de los noventa con temas como “ La Muerte de la novicia” y el “Cristo Crucificado” donde lo expresionista se conjugó con el recuerdo del realismo religioso del Zurbarán del barroco español, sus exploraciones más actuales en un universo donde lo onírico y lo geométrico brillan de la mano, son algunas de las aristas del mensaje estético de este artista.
El próximo 5 de octubre este maestro consumado de las artes visuales inaugurará su exposición “Metamorfosis” en el Museo de Casas Reales, la cual estará vigente hasta el 30 de octubre.
En ella se apreciarán los nuevos caminos emprendidos por un artista que no se detiene, que sigue buscando espacios para desarrollar su propósito de vida: traer al mundo sus hijos-obras, esos que, renovados en cada nueva etapa, mantienen como denominadores comunes la fuerza cósmica que los anima y el mensaje de esperanza que nos conmueve a través del placer estético que provoca el acercamiento a cada una de sus creaciones.