Petra Saviñón Ferreras
Y como cada año, el presidente rindió sus cuentas ante la Asamblea Nacional y ante un país que esperaba, deseoso de saber cómo enfrentaría los acuciantes y viejos problemas que lo afectan
Y como siempre, las reacciones de la oposición versaron sobre los temas no tocados en el discurso, como el del caso Odebrecth, y los tocados “para exagerar”, como la promoción de un país de bonanza, que según el bloque opositor solo existe en el mundo de los peledeistas y que para el resto es fantasía
Año tras año y sin importar quien dirija esta cosa pública, las alocuciones para rendir cuentas tendrán el mayor esfuerzo de los gobernantes por mostrar los avances del Estado bajo su mando y las reacciones contrarias de los opositores
La palabra clave en cada crítica es que no llenó las expectativas y llega el desglose de retos por cumplir o mejor suena, “no alcanzados” y viene el bombardeo de notas de prensa a los medios, porque todos quieren que su opinión sea consignada
Y como siempre el oficialismo, sea quien sea quien mande, sigue campante y dice que trabaja para resolver los problemas y que no tiene una varita mágica
Tal parece que de un lado y otro son previsibles las explicaciones y sus consiguientes réplicas y así oscilamos entre uno y otro bando, entre una y otra salida y contrasalida de los que gobiernan y de los que aspiran
Y la gente ya como acostumbrada o hastiada obvia a cada sector y desinfla sus ánimos quizás porque asume que siempre es lo mismo y vuelve a su cotidianidad hasta el próximo 27 de febrero.