Junto a funcionarios de su confianza, Maduro, de camisa roja, acudió a la tumba del líder socialista Hugo Chávez (1999-2013), para luego ir al Consejo Nacional Electoral (CNE) a entregar los documentos de su postulación.
El presidente Nicolás Maduro inscribió este martes su candidatura para las elecciones anticipadas del 22 de abril, cuando buscará la reelección sin un adversario de peso ante el boicot de la oposición, desafiando la amenaza de un mayor aislamiento internacional.
Junto a funcionarios de su confianza, Maduro, de camisa roja, acudió a la tumba del líder socialista Hugo Chávez (1999-2013), para luego ir al Consejo Nacional Electoral (CNE) a entregar los documentos de su postulación.
“Vamos a elegirlo nuevamente, con el voto vamos a resolver los problemas que tenemos”, dijo Héctor Cadenas, en una concentración de chavistas que acompañará al presidente al CNE.
Maduro, un exchofer de autobús de 55 años, parece tener asegurada la reelección aunque su gobierno es reprobado por 75% de los venezolanos, según la firma Datanálisis, debido a la debacle económica del país petrolero, asfixiado por la escasez de alimentos y medicinas, y la hiperinflación.
Su mayor rival, la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) -cuyos líderes Henrique Capriles y Leopoldo López están inhabilitados políticamente-, se marginó de los comicios, por considerarlos un “show fraudulento” sin garantías de imparcialidad.
“Son elecciones de fachada, a la medida del gobierno, un mero acto político para la aclamación de Maduro por sus seguidores, ahí no hay competencia, no se está dirimiendo nada”, declaró a la AFP el politólogo Luis Salamanca.
– ¿Una “comparsa” electoral? –
A la vista está el exgobernador disidente del chavismo Henri Falcón, un militar retirado de 56 años, postulado por dos partidos minoritarios. Otros dos contendores, casi desconocidos, son el pastor evangélico Javier Bertucci y Reinaldo Quijada, chavista alejado del oficialismo.
“Pueden ser vistos como una comparsa que le da a Maduro la excusa para decir que tiene competidores, pero sin la MUD ninguno tiene posibilidades “, agregó Salamanca.
Según el privado Instituto Venezolano de Análisis de Datos, Falcón cuenta con 23,6% de las preferencias electorales frente a 17,6% de Maduro.
Pero el opositor está lejos de ser un peligro real debido a la maquinaria chavista y el vasto control institucional y social por parte del gobierno, estiman analistas.
“Falcón por sí solo no representa esa fachada que necesita el gobierno ante el mundo” para legitimar las votaciones, dijo a la AFP Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos.
En octubre pasado, el exgobernador fracasó en su intento de ser reelegido en el estado Lara y genera desconfianza entre opositores por su pasado chavista.
La politóloga Francine Jácome opina que Falcón tiene un liderazgo personalista y regional, además en declive. “Puede atraer a algunos opositores, pero su impacto será mínimo”, comentó.