Redacción elDigital.com.do
205 aniversario de su natalicio
Por el rol que jugó a favor de la Independencia Nacional, entrega y valentía, algunos historiadores los consideran como el verdadero padre de la nación dominicana.
Con la celebración de su natalicio concluye el ‘Mes de la Patria’
En 1843, un año antes de la Independencia Nacional, Juan Pablo Duarte se exilió en Curazao por temor a ser apresado o asesinado, entonces, Francisco del Rosario Sánchez asumió la dirección del movimiento independentista.
Incluso, el 27 de febrero de 1844, cuando fue proclamada la independencia, tras la liberación del pueblo dominicano del yugo haitiano durante 22 años, Duarte se encontraba exiliado en Venezuela, por lo que Sánchez continuaba físicamente al mando. Es decir, que este patricio fue el principal impulsor del movimiento independentista tras el exilio de Duarte.
Hoy, 9 de marzo, se le recuerda. Un día como hoy de 1817 nació este líder y estratega político de la guerra dominicana, por lo que el país celebra el 205 aniversario de su natalicio.
A Sánchez no sólo se le reconoce y valora por haber contraatacado la ocupación haitiana y tomar las riendas de la lucha tras la ausencia de Duarte, sino que también proclamó la independencia en el Baluarte San Genaro el 27 de febrero de 1844 e izó la Bandera Nacional en la Puerta del Conde, vociferando el lema ¡Dios, Patria y Libertad!.
En abril de 1855 fue enviado al exilio en Curazao y regresó en agosto de 1856. Los ideales independentistas de Sánchez se vieron tirados al suelo cuando Pedro Santana buscó con la Anexión a España un protectorado económico y militar. Sánchez manifestó su oposición a las gestiones de Santana y en agosto de 1859 fue encarcelado por su oposición. Por tercera vez, en septiembre, fue enviado al exilio en Saint Thomas.
Desde su exilio y sin recursos económicos mantuvo sus ideales de lucha contra la potencial anexión. Apeló por la unidad de todos los dominicanos y viajó hacia Haití e intentó convencer al presidente haitiano Fabre Geffrard para que le apoyara en un proyecto de invasión al territorio dominicano con la finalidad de evitar la posible anexión de la nueva nación a España.
A este notable protagonista de nuestra gesta independentista se le atribuye decir esta frase: “Entro por Haití porque no puede hacerlo por otra parte, pero si alguien pretendiese mancillar mi nombre por eso, decidle que yo soy la Bandera Nacional”. Se dice que la pronunció mientras redactaba el manifiesto de Independencia.
A su regreso del exilio, Sánchez comenzó su vida política y ocupó importantes posiciones en los gobiernos de Juan Isidro Jimenes, Pedro Santana y Buenaventura Báez.
Nombrado fiscal ante el Tribunal de Apelación de Santo Domingo fue quien llevó la acusación contra Antonio Duvergé en el primer juicio que le hizo Santana. A partir de entonces pasó a ser defensor público y recibió una licencia de la Suprema Corte de Justicia para ejercer.
El 1 de junio de 1861, Sánchez penetró a territorio dominicano al frente de una expedición cruzando por Hondo Valle, Vallejuelo y El Cercado donde cayó en una emboscada y fue herido en la ingle. Él y su grupo de rebeldes fueron capturados y trasladados a San Juan de la Maguana, donde fueron juzgados y condenados a muerte.
En el juicio, Sánchez exclamó: «Para enarbolar el pabellón dominicano fue necesario derramar la sangre de los Sánchez, para arriarlo se necesita también la de los Sánchez». Murió fusilado el 4 de julio en el cementerio de San Juan de la Maguana, a los 44 años de edad junto a su tía María Trinidad Sánchez, quien confeccionó con el apoyo de Concepción Bona la primera bandera dominicana. Es considerada ‘Madre de la Independencia’.
Además, por orden de Santana fueron fusilado el hermano de Sánchez, Andrés Sánchez y también Nicolás de Barías y José del Carmen Figueroa.
Sánchez está enterrado en el mausoleo Altar de la Patria, junto con Duarte y Ramón Matías Mella.