Por María Fals
M.A.Crítica e Historiadora del Arte
El 22 de abril de este año 2022 se presentará en Santo Domingo, en el Museo de Historia y Geografía, la cuarta versión del proyecto “La última Cena” que recoge la obra de diferentes artistas visuales, poetas y críticos bajo el criterio de un arte total encaminado a la constante búsqueda del bien como el elemento vital, que es a la vez alfa y omega.
Inspirado en un Jesús que buscó unir a sus discípulos, fundirse con lo humano y salvar al universo a través de la fuerza de la fe, esta apertura tiene su origen en la unidad de las voluntades de cuatro artistas de nuestro continente llamados Rafael Díaz, José Luis Aguasvivas (Sejo), Daniel Manta y Wayne Healy.
Este proyecto fue iniciado en los EE. UU en el año 2002, en Rhode Island, continuado en el 2003 en el Museo de Arte Moderno de Santo Domingo y tuvo su cuarta presentación el 2004 en Newport. Leonardo Da Vinci recordado en un revival de su autorretrato, los artistas sentados a la mesa del respeto, del amor y la confianza, dejando a un lado los egos y compartiendo los sueños, el vino y el pan, fueron algunos momentos sublimes de estos encuentros, reflejados en el espejo del color, de la luz, del sonido y la poesía.
En esta cuarta edición de “La última Cena”, forman parte de un todo diverso la obra pictórica de Geo Ripley, Rosa Tavarez, Rafael Díaz, Juan Bravo, Iris Pérez, José Sejo, Pilar Asmar, Gabriel Atiles, Lizette Mejía, Judith Mora, Eddy Santiago y Julia Castillo, los poemas de Dionisio de Jesús, José Arturo Aguasvivas y Rafael Díaz Junior, el músico y compositor Santiago Fals, Marcos González en el videoarte, y el análisis crítico de Chrislie Pérez y María Fals.
Las artes culinarias en este importante evento de la cultura y el bien como principio constructor de todas las cosas estarán representadas por María Marte, chef dominicana acreedora de dos estrellas Michelín por su exquisito gusto para combinar los matices del sabor.
Los protagonistas harán diferentes interpretaciones sobre el significado de este hecho trascendente que ha sido interpretado en la pintura por tantos artistas de épocas y países como Leonardo da Vinci, Tintoretto, Juan de Juanes, Salvador Dalí, David Zambrano, Junior Reyes Ocre, Omar Molina, quienes trataron de aproximarse al lenguaje del infinito y sus misterios, lo que llevó a decir al Maestro dominicano Fernando Peña Defilló en su libro “La lógica de lo imperfecto y otros textos”, publicado por Fuente de Luz en el 2006:
Hay un poder real por encima de nuestra inteligencia, descrito con tantas diferentes versiones como para confundir al más creyente. Más esto no nos debe impedir la fe en su verdad y reconocerlo en todo lo que existe, proclamando como en el sistema panteísta: TODO ES DIOS, DIOS ES TODO (Defilló, 2006, pág. 55)
En el mes de abril, poco después de un domingo de Resurrección en tiempos de pandemia, artistas de diferentes ideologías y credos, de sexos y edades distintas, de visiones disímiles, que usan modos de expresión diversos, aunarán sus criterios, hermanarán sus energías, se convertirán en una sola persona, en un grito de ternura unánime e integrarán en el círculo de la confianza al óvalo de lo femenino, convertirán los ocres de la tierra en agua, en fuego, en aire, se juntarán en un pez dorado, haciéndonos salir de la cueva de la angustia, liberándonos de las máscaras, para sumergirnos en la espiral de un tiempo sin límites, donde los ecos de una mística ancestral tocarán el alma.