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Por: Asesoría de la Gobernación del Banco Central de la República Dominicana
El año 2021 recién finalizado será recordado por los amplios esfuerzos de la comunidad internacional para reactivar la economía mundial en un entorno en que persisten riesgos asociados a las nuevas variantes del coronavirus.
En esta carrera por salir de la crisis sanitaria y económica más profunda que ha enfrentado la humanidad en un siglo, los resultados de cada país han estado estrechamente vinculados a las políticas implementadas, a los avances en los programas de vacunación y al estado de sus fundamentos macroeconómicos antes y durante la pandemia.
En el caso de la República Dominicana (RD), la recuperación lograda ha sido valorada como una historia de éxito por la comunidad internacional, destacándose las opiniones de las agencias calificadoras de riesgo de mayor prestigio, de las instituciones más representativas de la banca internacional y de diversos organismos multilaterales.
En términos generales, todas estas entidades han ponderado favorablemente la implementación de políticas macroeconómicas coherentes con los objetivos de alcanzar la recuperación de las actividades productivas, de recuperar los empleos y de proteger a los segmentos de la población más vulnerables de la población.
En efecto, desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el coronavirus como una pandemia en marzo 2020, el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) puso en marcha una política monetaria expansiva que incluyó la reducción de la tasa de interés de referencia de 4.5 % a 3.0 % y la implementación de diversos mecanismos de liquidez, orientados a crear las condiciones para que las instituciones financieras pudieran colocar y/o refinanciar créditos a bajo costo a las empresas y a los hogares dominicanos.
A la vez, el gobierno diseñó programas sociales para proteger a los grupos más indefensos de la población y flexibilizó la carga fiscal de las empresas, particularmente de los sectores más afectados por la pandemia, preservando empleos y protegiendo el ingreso de las personas.
Por considerarlo un tema de relevancia para la opinión pública y tomando en cuenta la importancia que tienen las expectativas para el buen desempeño de la economía y el futuro de la inversión en el país, el BCRD pone a disposición de los agentes económicos y de las personas interesadas un análisis detallado sobre la percepción que ha mantenido la comunidad internacional sobre la economía dominicana y su recuperación a lo largo de 2021, así como sobre sus perspectivas para el nuevo año 2022.
El documento permite ver la unificación de criterios en esa “visión internacional” en organismos tan distintos como la banca privada, las empresas calificadoras de riesgos, las organizaciones internacionales de turismo y las entidades multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y las Naciones Unidas.
La visión de las calificadoras de riesgo: Algunas consideraciones
En diciembre del presente año, dos agencias calificadoras de riesgo de gran prestigio internacional, Standard and Poor’s y Fitch, han dado a conocer sus valoraciones sobre el desempeño futuro de la economía dominicana, las cuales han resultado en una mejoría de las perspectivas de negativa a estable.
Cabe destacar que, a lo largo de 2021, solo un país logró una revisión favorable de las dos grandes calificadoras en toda América Latina y fue precisamente RD, una señal inequívoca del posicionamiento que ha alcanzado la nación como uno de los lideres económicos más importantes de la región. Incluso, en el caso de economías como México, Panamá, Costa Rica y El Salvador, las perspectivas fueron definidas por las calificadoras como negativas.
Al analizar en detalle los elementos que tomaron en cuenta estas calificadoras para las revisiones favorables de las perspectivas del país, podemos destacar varios aspectos importantes. Por ejemplo, Standard and Poor’s (S&P) calificó de impresionante la recuperación dominicana, resaltando la efectividad para revertir los efectos negativos causados por el COVID-19 y el fortalecimiento de las reservas internacionales, principal amortiguador con el que se cuenta ante condiciones adversas en los mercados internacionales.
La firma calificadora también valoró la mejoría en la posición fiscal del gobierno, producto de mayores recaudaciones y un menor gasto de capital, lo que ha permitido reducir las necesidades de financiamiento público. Para 2022, S&P proyecta un crecimiento de 6 %, tasa por encima del potencial de la economía dominicana.
Por otra parte, Fitch destacó el aumento en las reservas internacionales de RD y los progresos en temas de gobernanza y de indicadores sociales, los cuales exhiben una notable superioridad en comparación con otros países de calificación crediticia similar.
Adicionalmente, ponderó de forma positiva la reducción del déficit fiscal proyectado de 4.9 % a 3.0 % del producto interno bruto (PIB) para 2021, lo que contribuye a una relación deuda/PIB más estable al reducir el financiamiento del gobierno.
Fitch espera que la deuda pública no financiera se sitúe en 49 % del PIB en 2022-2023, muy por debajo del promedio de 57 % del PIB de otras economías con calificación BB-. Para Fitch, la economía crecería 5.7 % en 2022, también por encima del potencial, convergiendo a 5.3 % en 2023.
Un aspecto destacable de la valoración positiva expresada por las calificadoras es la corrección en las finanzas públicas cuando se miran a través de indicadores como el balance primario del SPNF y la trayectoria de la razón deuda/PIB
. Las agencias calificadoras reconocen que el repunte económico mayor al esperado ha mitigado gran parte del riesgo fiscal, a la vez que se ha logrado ganancias de eficiencia en la gestión del gasto, mientras que ven positiva la implementacion gradual de la reforma del sector eléctrico, lo que sin dudas continuará mejorando la proyección de la relación deuda/PIB sobre una senda más sostenible.
Se debe agregar que también la calificadora de riesgo Moody’s mantiene una perspectiva estable para RD, con lo cual las tres calificadoras más importantes coinciden en su valoración. Más aún, mientras otros países de la región sufrieron rebajas en sus calificaciones, las tres agencias mencionadas han mantenido intacta la calificación de largo plazo de RD a pesar de la gran incertidumbre que se ha vivido en la economía mundial.
Es preciso señalar que el fortalecimiento de las reservas internacionales, destacado por las firmas calificadoras, ha sido posible por un comportamiento mejor de lo esperado en las actividades vinculadas al sector externo las remesas, por ejemplo, superarán los US$10 mil millones en el presente año, mientras la inversión extranjera directa muy probablemente excederá los US$3 mil millones, cubriendo 1.7 veces el déficit de cuenta corriente proyectado. Asimismo, en noviembre pasado, el país logró una cifra histórica recibiendo unos 519,349 visitantes, lo que permite proyectar que la cantidad de visitantes para todo el año se ubicaría por encima de los 5 millones. Se espera que las reservas internacionales cierren el año en torno a US$12,800 millones, 13.8% del PIB.
Quizás lo más importante es que se ha logrado acumular reservas en un momento en que el peso dominicano se ha apreciado, en contraste con las depreciaciones que se observan en casi todas las naciones latinoamericanas, como se puede observar en la gráfica siguiente:
Visión de la banca de inversión y los organismos internacionales
Al igual que las agencias calificadoras de riesgo, otras entidades de gran importancia en la economía global han presentado evaluaciones positivas sobre la economía dominicana.
En ese sentido, la corporación financiera Bank of América (BofA) proyecta un crecimiento de 11.5 % para la economía dominicana en 2022, mientras espera que en 2023 el país se mantenga creciendo sobre su potencial. De hecho, BofA define a RD como “la economía con mejor perspectiva macro de América Latina para los próximos años” y recomienda a sus inversionistas mantener sus posiciones en los bonos de deuda pública, destacando entre sus consideraciones la buena gestión de los pasivos que ha realizado el gobierno dominicano.
Mas allá de su visión del crecimiento económico, Bank of America también destaca los mayores ingresos fiscales fruto de la recuperación económica y la mayor eficiencia en las recaudaciones, la estabilidad política y la implementación de políticas pro mercado, así como el avance en reformas estructurales. Menciona, entre otras reformas, la relevancia de la reforma eléctrica que, si bien sus resultados no se vieron reflejados en 2021, se espera un impacto positivo sobre las finanzas públicas y el crecimiento de la productividad en el próximo año.
Asimismo, el secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Zurab Pololikashvili, se refirió recientemente a la nación dominicana como el mejor país para invertir en el sector turismo, resaltando el rol de la banca múltiple al respaldar financieramente los desarrollos turísticos en territorio dominicano. Cabe recordar que la OMT es la agencia de las Naciones Unidas encargada de promover un responsable, sostenible y accesible a nivel global.
En el caso del FMI, el organismo multilateral de mayor importancia en cuanto al análisis de las economías de los países a nivel mundial, se aprecia en su informe Perspectivas Económicas Regionales, publicado en octubre de 2021, que RD crecería 9.5 % en 2021, muy por encima del promedio de Centroamérica, a la vez que sería uno de los primeros países de toda la región de América Latina en retornar a los niveles de actividad vigentes antes de la pandemia.
Es preciso señalar que esta proyección del FMI fue realizada en los meses de agosto y septiembre de 2021, sin contar con la información de la evolución más reciente de la actividad económica dominicana. En efecto, el indicador mensual de actividad económica (IMAE) se expandió 12.5 % en enero-noviembre (13.1 % anual solo en el mes de noviembre), por lo que el sistema de pronósticos del BCRD apunta a un crecimiento económico para todo el año 2021 superior a 12.0 %.
Una característica de la recuperación del nivel de actividad económica en el caso dominicano es que las cifras de crecimiento con respecto a 2019 muestran que se trata de una recuperación real y no de un simple rebote estadístico. Datos del FMI muestran que, contrario a lo ocurrido en RD, en más de la mitad de los países de América Latina se observan crecimientos negativos en 2021 con respecto a 2019, indicando que hasta el momento muchos países solo han experimentado un rebote estadístico y no una recuperación real con respecto a la caída provocada por la pandemia (ver grafica más abajo).
De hecho, los dos países de la región que han logrado un mayor crecimiento de sus economías con respecto a sus niveles pre pandemia son Chile y República Dominicana, ambas naciones con tasa de expansión de 4.6 % en comparación con 2019, una extraordinaria recuperación y no un simple rebote estadístico, frente a la pandemia más grande que ha conocido la humanidad en un siglo.
Consideraciones finales
Nuevamente la comunidad internacional valora la economía dominicana de manera muy favorable, un resultado alentador si se toma en cuenta que lo hace en un periodo de crisis en el que se ha puesto a prueba la capacidad de los hacedores de política quienes han enfrentado grandes retos y han tenido que tomar decisiones en un escenario de mucha incertidumbre.
El año 2021 termina con un nivel de crecimiento que nos permite afirmar con certeza que la economía ha superado los niveles prepandemia en casi todas las actividades económicas, gracias a un esfuerzo conjunto de políticas públicas por parte del gobierno y el banco central y a un sector privado que ha respondido a dichas políticas como propulsor del consumo y la inversión en una coyuntura difícil
También han contribuido al relanzamiento de la economía, el rol estelar jugado por la inversión extranjera directa, las exportaciones de zonas francas y las remesas, entre otras actividades vinculadas al sector externo.
A pesar del éxito alcanzado hasta este momento, persisten diversos riesgos en el escenario internacional, relacionados con las nuevas variantes del virus detectadas en diversos países y con las presiones de precios de carácter global que se han intensificado durante la recuperación económica.
Este último elemento ha traído consigo un cambio en el ciclo monetario de los países que, en muchos casos, han acelerado el retiro de los estímulos monetarios y la normalización de los niveles de las tasas de política monetaria con el objetivo de moderar las presiones inflacionarias y defender la estabilidad macroeconómica.
Para concluir, es preciso reiterar que el BCRD se mantiene vigilante frente a estos nuevos retos y se encuentra preparado para reaccionar con sus instrumentos de política, en caso de que sea necesario, siempre con el compromiso de mantener la estabilidad macroeconómica y propiciar las condiciones para el crecimiento económico en un entorno de baja inflación.