La influenza ha arreciado en Estados Unidos, y esta temporada es tan grave como la epidemia de gripe porcina de hace nueve años.
Un reporte del gobierno publicado el viernes muestra que una de cada 13 consultas al médico de la semana pasada fueron por fiebre, tos y otros síntomas de influenza. Eso iguala el mayor nivel registrado en Estados Unidos durante la ola de gripe porcina de 2009.
Y supera a todas las temporadas de gripe invernal desde 2003, cuando el gobierno modificó la manera de medir la influenza.
“Desearía que tuviéramos mejores noticias esta semana, pero casi todo lo que estamos recibiendo son malas noticias”, dijo la doctora Anne Schuchat, directora interina de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés).
La temporada de influenza por lo general inicia a finales de diciembre y llega a su apogeo por febrero. Esta temporada empezó antes y se había propagado en muchos estados para diciembre. A principios del mes pasado, alcanzó lo que parecían niveles máximos, pero luego siguió aumentando.
La temporada ha sido encabezada por un tipo agresivo de influenza que tiende a causar más hospitalizaciones y más decesos que otros tipos más comunes. Pero su prolongada intensidad ha sorprendido a los expertos, que siguen estudiando por qué ha sido tan fuerte. Una posibilidad es que la vacuna esté siendo inusualmente inefectiva; se espera que las autoridades den a conocer datos sobre su efectividad la próxima semana.
Algunos médicos afirman que es la peor temporada de gripe que se haya registrado en décadas. Los pacientes coinciden.
Heather Jossi, una policía y ávida corredora de 40 años de Denver, dijo que su enfermedad el mes pasado fue la peor influenza que haya sufrido.
“No recuerdo dolores así de fuertes. No durante cuatro días”, aseveró Jossi. “Me derribaron”.
La semana pasada, 43 estados mostraron un alto número de pacientes de influenza, en comparación con 42 la semana previa a esa, reportaron los CDC. La influenza se mantuvo en niveles generalizados en todos los estados excepto Hawái y Oregon, y las hospitalizaciones continuaron al alza.
Esta temporada de gripe, los índices de hospitalización han superado la fuerte temporada del invierno de 2014-2015, cuando la vacuna no pudo con la cepa principal.