María Fals
M.A. Crítica e Historiadora del Arte
La educación artística es una forma efectiva de aprender, plantea el texto Fundamentos del Currículo Tomo II, creado en la década de los 90 en la República Dominicana. También favorece el desarrollo del pensamiento crítico, de la creatividad, de la personalidad infantil y de cualquier persona. Facilita un aprendizaje emocionante basado en experiencias lúdicas que conectan al sujeto de forma eficaz con cualquier área del conocimiento.
A través de la historia han existido tres tendencias metodológicas dentro de la educación artística: la de la expresión creadora en la que se destacaron Víctor Lowenfeld y Herber Read que prioriza el desarrollo de la creatividad en los educandos a partir del arte, minimizando lo formal y observando la evolución del dibujo infantil dentro de las diferentes etapas del desarrollo humano.
La cognitiva encabezada por Howard Garner que ve en el arte una forma especial de adquirir conocimientos basada en lo perceptivo, en la interpretación simbólica y sobre todo en lo sensible, marcada por aspectos culturales correspondientes a cada época o región.
Por último, está la tendencia postmoderna que tiene como representantes entre otros a Arthur Efland, el cual prioriza que el arte le de voz a aquellos grupos que la sociedad ha marginado, dando importancia a lo muticultural y diverso, a la creación de distintos discursos donde existan la equidad y se construya el conocimiento no solo a partir de los enfoques de los grupos dominantes.
El currículo dominicano en general, incluyendo en él la educación artística ha pasado por tres momentos significativos desde finales del siglo XX: el primero entre 1992 y 1997, en el cual a partir del Plan Decenal de Educación se incluye la educación artística oficialmente como parte del currículo dominicano, pero considerándola como parte de las materias “no básicas”.
Luego vino el período 2008-2018 en el que se fue transformando el currículo de forma paulatina, grado a grado
y su momento de implementación a partir del 2018 en el que el mismo se convierte en un diseño
curricular por competencias aplicado en la enseñanza primeria y secundaria.
Refiriéndonos al currículo por competencias se debe decir que integra conocimientos, actitudes, procedimientos y el fomento de valores y destrezas en los estudiantes, pero incluye en su proyección también los enfoques histórico-cultural basado en la difusión del conocimiento de nuestras tradiciones artístico-culturales y el enfoque sociocrítico que da gran importancia a la función social del arte como instrumento de desarrollo humano y acicate para el logro de cambios positivos en el entorno.
Como profesora de Estudios Sociales desde 1994 en la República Dominicana a nivel Primario y Secundario, siendo una persona vinculada a la Educación Artística y a la enseñanza de la Historia del Arte a nivel universitario, he usado como estrategia en mis clases actuales de Tercero y Cuarto de Secundaria, así como en los años anteriores en otros grados la utilización de la educación artística como eje transversal e integrador que se desarrolla a partir de un Aprendizaje basado en Proyectos (ABP).
Los alumnos de Tercero de Secundaria actualmente tienen como contenido en la materia de Ciencias Sociales la evolución de América Latina desde finales del siglo XIX a la actualidad. Uno de los temas más complejos que abordan es la Revolución Mexicana, por eso utilicé la estrategia de que pudieran analizar este proceso a partir de las creaciones de los muralistas mexicanos.
Los estudiantes interpretaron artísticamente en parejas una obra de uno de los muralistas mexicanos, escribieron los datos biográficos del pintor y aprendieron a partir de la práctica a realizar una ficha técnica de las obras que homenajearon a partir de su visión. Posteriormente crearon un mural conjunto en el aula y en plenaria se discutió cómo el Muralismo Mexicano interpretó el proceso de esta revolución tan importante en el contexto latinoamericano.
Además, la Unidad del expansionismo de EE.UU en América Latina fue evaluada a partir de la elaboración de un Sway realizado a través de trabajo colaborativo que integró la tecnología, el diseño gráfico como manifestación del arte y la enseñanza de las Ciencias Sociales que permitió un aprendizaje significativo de los conceptos y procesos a estudiar como la Política del Gran Garrote, el proceso de construcción del Canal de Panamá y el Corolario Roosevelt, vinculando el pasado y el presente y haciendo la información interesante y memorable para los alumnos.
En Cuarto de Secundaria, que tiene tres grandes líneas temáticas: la geografía general, la historia desde la Prehistoria a la actualidad y la educación ciudadana integró diversas actividades como la elaboración de un rompecabezas de las placas tectónicas hecho en parejas donde debían trazar, colorear, nombrar y recortan cada placa, introduciéndolas todas en cajas individuales creadas por cada uno de ellos e intercambiarlas con un compañero o compañera con el fin de armarlas de forma correcta, pegándolas sobre una cartulina.
Luego de terminada la unidad de Geografía General se hizo un examen sobre el tema. El 100 por ciento de los alumnos de ese grado en la institución educativa donde laboro, sacaron el máximo de los puntos posibles en la pregunta que correspondía a la identificación de las placas tectónicas en un mapa y a las consecuencias que su existencia tiene para el planeta Tierra, lo que me permitió comprobar, una vez más, lo importante de integrar el arte en el proceso de aprendizaje.
En estos momentos desarrollan el Proyecto “Un adolescente en la Prehistoria”, a través del trabajo colaborativo en equipos, donde están aprendiendo cómo hacer guiones cinematográficos para desarrollar un video corto sobre la vida de los adolescentes en uno de los períodos de la Prehistoria, interpretando de forma creativa eventos de gran importancia como la “domesticación” del fuego, la creación de la cerámica, la invención de la rueda o simplemente la descripción de la vida cotidiana en esos tiempos.
Luego procederán a la filmación, edición y presentación del video a sus compañeros que será evaluado utilizando la coevaluación, la autoevaluación y la heteroevaluación. Esta actividad facilitará también fomentar valores como la empatía, el pensamiento inclusivo y el respeto a las diferentes culturas y a los derechos humanos.
De esta manera, se van trabajando los indicadores de logro que el currículo de Ciencias Sociales plantea para esos grados, utilizando la educación artística como herramienta que se utilice dentro del trabajo colaborativo, que eduque a los jóvenes en un pensamiento colectivo, orientado a la búsqueda del bien común, donde se fomente en ellos el deseo de aprender, la capacidad de solucionar problemas prácticos, de interactuar socialmente, de desarrollar su gusto estético y su capacidad analítica, permitiéndoles la adquisición de conocimientos significativos.