“Nos Cambió la Vida”, un libro que surge de un proceso de talleres que fue acompañado desde el Centro Bonó y el Movimiento Reconocido, y que incluye historias de vidas, escritas y contadas por los mismos autores, fue a puesto a circular la semana pasada en un emotivo acto realizado en la Sala Aída Cartagena Portalatín, de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña.
«No son solo historias del proceso de desnacionalización, de la sentencia 168-13 o de la ley 169-14 son más que eso, son realidades vividas que no se circunscriben a una sola etapa de la vida de los jóvenes autores», dijo Ana María Belique, quien pertenece a Reconocido.
La obra, incluye una serie de situaciones de vulnerabilidades que vemos día a día en nuestra sociedad, pero que en una población doblemente marginalizadas esta realidad se hace más aguda.
«En este libro encontramos historias de mujeres tristemente afectadas por todo el círculo de la violencia patriarcal que afecta nuestra sociedad. Mujeres en las cuales podemos ver resumidas el grave problema que afecta nuestro país con el tema de violencia contra la mujer, la realidad de la violencia intrafamiliar, la falta de educación sexual, así como aquella violencia estructural que ejerce el estado hacia la mujer», indicó.
También toca la discriminación racial, otro de los temas que no se queda fuera y que es muy bien reflejado en varias historias de las aquí contadas.
El libro también reivindica el derecho y el ejercicio de reflexionar sobre la vida, una de las cosas que muy pocas veces nos detenemos para hacer y algo que siempre ha sido visto como exclusivo para un sector superdotado de la sociedad.
«Con este proceso no solo hemos propiciado que los participantes reflexionen sobre sus vidas y las realidades que les ha tocado vivir, sino que también exploren el potencial que hay en ellos, que se descubran como ente lleno de capacidades que se esfuerzan por salir adelante en una sociedad que los margina cada día, pero sobre todo este proceso procuraba que escribieran, pues así las historias podrán ser escritas desde abajo desde el oprimido y no solo desde las posiciones de poder», concluyó.