Después de 16 días de intensa competición, Tokio dio por clausurados este domingo sus Juegos Olímpicos y dio el relevo protocolario a París, sede de 2024, con la esperanza de una mejor situación sanitaria que la provocada actualmente por la pandemia del covid-19.
«Y ahora, debo poner fin a este viaje olímpico de lo más complejo a Tokio. Declaro finalizados los Juegos de la 32ª Olimpiada», dijo el domingo Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), que habló también del mensaje de «esperanza» lanzado por el evento.
«Lo hemos logrado juntos», aseguró Bach en su discurso sobre un evento que durante meses tuvo su celebración en el aire ante la situación sanitaria internacional y que tuvo que ser aplazado de 2020 a 2021.
Instantes después de los discursos de autoridades y de las palabras de Bach, el pebetero, encendido el pasado 23 de julio por la tenista Naomi Osaka, apagó el fuego olímpico, mientras en los videomarcadores se leía un gran mensaje de «Arigato» (Gracias, en japonés).
Fuegos artificiales, a modo de fin de fiesta, ponían punto final a los Juegos Olímpicos más atípicos de la historia.
En la ceremonia se produjo otro de los momentos tradicionales en cada despedida olímpica, el del traspaso de la bandera de los cinco aros, que la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, entregó a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
La capital francesa aprovechó a continuación un video de presentación para sacar músculo turístico y aprovechar algunos de sus lugares más icónicos, incluida la Torre Eiffel, donde se había organizado este domingo un festejo de deportistas e hinchas, con el que se conectó en directo.
– EEUU gana el medallero –
Antes de la ceremonia que dio por concluidos los Juegos de 2020 se habían disputado este domingo las últimas competiciones deportivas y Estados Unidos, que había empezado el día por detrás en el medallero, terminó imponiéndose en él a China.
La delegación estadounidense terminó con 39 oros, 41 platas y 33 bronces en un total de 113 metales, mientras que China tuvo un título olímpico menos, quedándose segunda del medallero con 38 oros, 32 platas y 18 bronces en un total de 88 preseas.
Estados Unidos confirma así su reinado como primera potencia olímpica y China seguirá con Pekín-2008 como la única edición donde se ha impuesto en el medallero.
El último día de Tokio-2020 no arrancó su competición deportiva en la capital japonesa, sino en Sapporo, donde se deslocalizó el maratón.
Allí, en la carrera masculina, el keniano Eliud Kipchoge, el actual plusmarquista mundial, revalidó su oro olímpico al imponerse en solitario con un tiempo de 2 horas, 8 minutos y 38 segundos.
«Esto significa mucho para mí, especialmente en este momento. El año pasado fue muy duro ya que (los Juegos Olímpicos) se pospusieron. Me alegro de que haya sido posible esta carrera. Es una señal que muestra al mundo que vamos en la dirección correcta, hacia una vida normal», comentó la estrella keniana, que recibió su oro durante la ceremonia de clausura en Tokio.
En el resto de finales del día destacaron los éxitos de Estados Unidos en categoría femenina tanto en básquetbol, por séptimos Juegos consecutivos, y en voleibol, por primera vez en su historia.
El último de los 339 títulos concedidos en estos Juegos fue este domingo para la selección serbia de waterpolo masculino.
Casi todas las competencias de Tokio-2020 tuvieron en común un aspecto impensable en otros Juegos: el silencio en la grada, privada de espectadores por la pandemia del covid-19.
Japón despertará el lunes tras haber pasado la página de los considerados ‘Juegos de la pandemia’, un evento impopular entre la población local por los sondeos y para la que se impidió la entrada de visitantes extranjeros con la excepción de 68.000 personas entre competidores, personal de sus equipos y delegaciones, árbitros, directivos o periodistas.
Los protocolos y las restricciones han hecho que las cifras de contagios hayan sido muy reducidas, con apenas un 0,02% de casos positivos cada día en la llamada ‘burbuja olímpica’. En la Villa Olímpica, donde los deportistas conviven, no hubo un gran foco de contagio, evitando el que era uno de los mayores temores.
Junto al coronavirus, otra cuestión de salud, en ese caso menal, centró el debate durante la quincena olímpica, con la gimnasta Simone Biles admitiendo sus problemas de pérdida de confianza ante el estrés y la presión, lo que le hacía perder las referencias en el aire.
Solo la evolución de la pandemia permitirá saber si los próximos Juegos Olímpicos de verano, en 2024, podrán disputarse con el modelo de fiesta popular tradicional.
Los Juegos de Tokio-2020 son ya parte de la historia. París-2024 se prepara para su cuenta atrás.
AFP