Petra Saviñón Ferreras
El sello más distintivo de las vicisitudes es que hunden o hacen emerger. Desploman hasta a personas talentosas, equilibradas en lo emocional y a otras les sacan aptitudes que nunca demostraron.
Ahora, en esta situación que aturde al mundo, ambos lados están ahí, bien latentes como para recordarnos que debemos mirarnos en ese pozo de luces o de nubes oscuras.
En estos momentos, claro está, hace falta más que tener ganas de salir adelante, un elemento esencial para superar la crisis. La gente necesita analizar sus pasos y darlos con certeza pero igual requiere de un sistema, que los que dirigen el Estado muestren disposición real de respaldarle.
El gobierno está metido de lleno, esgrimen funcionarios, en la vacunación con la que pretende frenar el coronavirus Sar Cov-2, sí ese que produce el covid-19 y con bríos y regocijo el presidente Luis Abinader anuncia la llegada de más dosis.
Pero las acciones de algunos de sus representantes en cuanto al manejo y logística de la jornada levantan quejas. Que si hay privilegios, que si empiezan tarde, que no evitan la aglomeración y desinforman.
La parte más relevante de todo esto es la novedad de requerir cita, impuesta de repente a este grupo vulnerable que representan los mayores de 70 años. La información ofrecida el martes por el Gabinete de Salud explica que esto para frenar el desorden que ha generado la convocatoria.
Mas, el cambio confunde, porque aunque lo avisado es que en la capital la vigencia de la plataforma web empezaría desde el miércoles, todavía no ha sido implementado este mecanismo y muchos no acuden a vacunarse porque no han hecho la solicitud.
Es cardinal, entonces que haya una orientación eficiente para lograr que el plan sea óptimo y que todas las fases puedan ser cumplidas de modo que la calificación sea sobresaliente y que en esta dificultad la nación crezca.