En contraste, los sectores económicos que se han visto más afectados son: hoteles, bares y restaurantes (-61.2 %), otros servicios (-12.6 %), transporte y almacenamiento (-8.6 %), comercio (-8.0 %), minería (-7.8 %), construcción (-7.6 %), manufactura local (-4.4 %), zonas francas (-0.8 %), enseñanza (-0.8 %) y energía y agua (-0.1 %).
El Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) correspondiente al mes de agosto 2020 registró una variación interanual de -7.2 %, cifra que refleja una mejoría respecto al -8.8 % observado en el pasado mes de julio y al -8.5 % correspondiente al período enero-julio. Con este resultado se observa que continúa la tendencia hacia la recuperación de la economía dominicana, asegura el Banco Central de la República Dominicana (BCRD).
Es preciso puntualizar que las dos terceras partes del resultado del IMAE en el mes de agosto (4.9 puntos porcentuales de la variación de -7.2 %) se explica por la contracción en la actividad hoteles, bares y restaurantes, como consecuencia de la ralentización de este sector, el cual ha sido severamente afectado por la pandemia.
Asimismo, cabe destacar que en promedio el gran resto de las actividades económicas exhibe una importante recuperación con respecto al segundo trimestre del año.
Este comportamiento menos negativo que ha venido mostrando la actividad económica resulta cónsono con el desmonte paulatino de las restricciones para que los sectores productivos no esenciales volvieran a operar a partir de mediados del segundo trimestre del presente año, lo que propició mejoras en el dinamismo de la demanda interna respecto a los primeros meses de la pandemia.
Es relevante considerar que aún se mantienen vigentes algunas de las medidas que resultan necesarias para contener el incremento de los contagios producto del coronavirus, como es el caso del toque de queda que restringe la movilidad y el tránsito y limita los servicios de restaurantes y expendio de bebidas, cuyas incidencias persisten sobre los patrones de producción, inversión y consumo.
Un aspecto a destacar es que las tasas de variación interanual de julio (-8.8 %) y de agosto (-7.2 %) hubiesen sido menos negativas de no haber jugado un rol el efecto estadístico de la base de comparación.
Esto último consiste en que, todo lo demás constante, mientras más elevado haya sido el crecimiento en el mes o período de comparación del año anterior, más difícil sería lograr un resultado más favorable en el mismo mes o período actual.
El efecto se puede apreciar de forma más clara en el caso de la actividad construcción, la cual en el trimestre abril-junio de 2019 presentó una tasa interanual de 4.9 %, acelerándose a un promedio de 9.2 % en julio y agosto del pasado año. De no haberse registrado este crecimiento más elevado del sector construcción en la base de comparación, el resultado de esta preponderante actividad hubiese sido superior en julio y agosto del presente año.
El efecto estadístico también se puede ilustrar en términos de la economía en su conjunto. En ese sentido, se observa que en los meses de julio y agosto de 2019 el IMAE registró variaciones de 4.6 % y 4.9 %, respectivamente, aumentando el ritmo de crecimiento con respecto a la tasa interanual de 3.7 % que se verificó en el segundo trimestre del año pasado.
Es importante resaltar que la oportuna implementación coordinada de las políticas fiscal y monetaria en apoyo a los hogares y las empresas en esta desafiante coyuntura, a través de una significativa flexibilización de las condiciones monetarias y una expansión del gasto social, han incidido notablemente para que los efectos de la pandemia sobre la economía no hayan sido más severos, logrando que los resultados agregados de la actividad económica en promedio sean cada vez menos negativos.
Al analizar el detalle del resultado de la economía en el mes de agosto de 2020, se observa que las actividades económicas que presentaron tasas de crecimiento positivas fueron: salud (11.5 %), servicios financieros (9.5 %), agropecuaria (4.4 %), actividades inmobiliarias (2.9 %), comunicaciones (2.3 %) y administración pública (0.8 %).
En contraste, los sectores económicos que se han visto más afectados como consecuencia de la crisis sanitaria en el referido mes son: hoteles, bares y restaurantes (-61.2 %), otros servicios (-12.6 %), transporte y almacenamiento (-8.6 %), comercio (-8.0 %), minería (-7.8 %), construcción (-7.6 %), manufactura local (-4.4 %), zonas francas (-0.8 %), enseñanza (-0.8 %) y energía y agua (-0.1 %).
El desempeño del valor agregado de la actividad agropecuaria durante el período obedece a la continuidad
en la producción de alimentos requeridos para satisfacer el consumo de la población en medio de la
pandemia. De igual manera, este comportamiento ha estado impulsado por las políticas de apoyo al sector
ejecutadas desde el Gobierno Central con el propósito de preservar la cadena de suministros y la soberanía
alimentaria del país, entre las cuales se encuentran los programas de asistencia técnica al sector, acuerdos
de compra y cobertura de gastos de refrigeración y congelamiento de algunos productos.
En adición, se espera que este sector siga fortaleciéndose tras el anuncio del Gobierno dominicano sobre la
creación de un programa de financiamiento para los productores agropecuarios a través del Banco Agrícola
por un monto de RD$ 5,000 millones a tasa cero (0.0 %).
En lo que respecta a la construcción, el sector privado ha ido retomando la ejecución de los proyectos de inversión que habían pausado producto de la pandemia, así como diversas obras de infraestructura y de acondicionamiento de vías terrestres por parte del sector público. En este tenor, es importante señalar que hacia adelante se prevé que la actividad construcción será determinante para la consolidación de la recuperación del crecimiento de la economía dominicana, tal como ha demostrado serlo en las fluctuaciones cíclicas históricas, dado su efecto multiplicador evidenciado a través de su gran capacidad de arrastre del
resto de las actividades productivas.
Por otro lado, el 1. ero de julio se reanudaron las actividades turísticas en el país y se dio formal apertura a las fronteras aéreas y marítimas nacionales, en consonancia con una reducción en las limitaciones en el tráfico aéreo internacional en los países emisores de turistas. A tal efecto, a partir de la referida fecha, la República Dominicana ha recibido 245,447 pasajeros no residentes durante los meses de julio y agosto, totalizando una llegada acumulada de 1,639,538 en los primeros ocho meses del año 2020 para una variación acumulada de -64.8 % en este período.
Ante los desafíos que persisten en el sector turístico y por el alto impacto directo del mismo en el aparato productivo dominicano, se han implementado a nivel nacional protocolos sanitarios de seguridad certificados internacionalmente para toda la industria y para los viajeros que ingresan al país, complementando con incentivos monetarios y fiscales a las empresas del sector, entre otras disposiciones para promover el país como un destino turístico seguro e impulsar la Marca-País. Todas estas medidas se encuentran concebidas dentro del Plan de Recuperación Responsable del Turismo anunciado por el Gobierno dominicano.
En conformidad con lo anterior, el presidente de la República, Luis Abinader, ha reiterado el compromiso con la reactivación económica y la generación de empleos en el marco de sus visitas a varias provincias del país, en las cuales ha aprovechado para dar inicio y seguimiento a proyectos que impulsarán el crecimiento y desarrollo del país.
Entre estos se encuentran el apoyo que dará el Gobierno a la expansión de la oferta turística en la zona de Bahía de las Águilas en Pedernales, incluyendo la construcción de un aeropuerto en la referida provincia.
Asimismo, anunció que se harán mejoras en la infraestructura vial en la provincia de Samaná y la construcción de la Autopista del Ámbar que permitirá conectar a Santiago y Puerto Plata en unos 30 minutos.
Asimismo, el presidente anunció la modernización del puerto de Manzanillo que será el centro de operaciones logísticas en la provincia de Montecristi, así como el programa “Dominicana se Reconstruye”, cuyo propósito es la remodelación de 30,000 viviendas a través de todo el país.
Estas medidas contribuirán de forma significativa al fortalecimiento de la confianza y la certidumbre en el futuro económico de la República Dominicana.
Resulta importante destacar que las perspectivas de recuperación del turismo y de la llegada de pasajeros no residentes estarán condicionadas principalmente por la evolución mundial de la pandemia y la disponibilidad eventual de una vacuna efectiva contra el coronavirus, así como al desempeño de las economías en los países emisores.
De igual forma se espera que, gracias a la ventaja comparativa que posee el país en cuanto a la baja densidad que presentan sus edificaciones turísticas, junto a las medidas de prevención implementadas que han generado niveles mínimos de contagios en los polos turísticos, se mantenga un camino sostenido hacia la recuperación.