La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el brote del nuevo coronavirus era una pandemia el 11 de marzo
Hace seis meses la vida como se conocía se detuvo en el mundo entero. Millones de establecimientos cerraron sus puertas (algunos para siempre), cuando el 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la enfermedad COVID-19 como una pandemia global.
El virus se extendió rápidamente y más de 28 millones de personas en el mundo han sufrido este coronavirus, mientras que el número de fallecidos supera los 913.000.
Aunque China logró contener la propagación, el virus cubrió todo el planeta. En un momento, el epicentro fue Europa, con Italia, Reino Unido y España como sus mayores afectados. Pero a finales de julio y hasta el momento, América Latina ha sido la región donde se concentra la mayoría de casos y muertes. Sin embargo, la pandemia ha tenido un comportamiento muy propio de cada región.
La enfermedad ha llevado al cierre de fronteras, al confinamiento de la población, ha contagiado a casi 28 millones de personas y matado a más de 906.000 alrededor del mundo, según cifras de la Universidad Johns Hopkins.
Seis meses después, los científicos saben mucho más del virus y de la enfermedad que provoca, y decenas de estudios alrededor del mundo están en marcha para encontrar una vacuna. Además, algunos tratamientos han sido aprobados para recudir la mortalidad Aún no hay cura ni vacuna, y los efectos sociales y económicos son amplios y devastadores mientras los gobiernos luchan para abrir las economías y los viajes sin propiciar nuevos brotes.
El distanciamiento físico, el lavado de manos y el uso de mascarillas siguen siendo las principales herramientas contra el virus.