El 88 % de los niños, niñas y adolescentes colombianos están presentando cambios de comportamiento y un deterioro de su salud mental, conductas que afectan principalmente a niños entre los 4 y 12 años, según el estudio ‘Emergencia sanitaria y su impacto sobre nuestros niños’, realizado por el Instituto Colombiano de Neurociencias.
En este estudio se recogió información de 671 hogares colombianos y cerca de 1044 menores de 18 años.
Jorge Eslava Cobos, experto en neurología y director del Instituto Colombiano de Neurociencias, sostiene que la misma incertidumbre que afecta a los adultos está golpeando a los menores de edad, quienes, al no ser capaces de comunicar su desasosiego, empiezan a manifestarlo en comportamientos que muchos padres de familia pasan por alto o desestiman al considerarlos menores. Sin embargo, son de una grave magnitud.
“Falta de concentración, hiperactividad, desórdenes en el sueño como problemas para dormir o levantarse, pesadillas constantes o alteraciones alimenticias son un reflejo de trastornos que pueden estar afectando a los menores”, afirma Eslava. Y asegura que en la medida que el confinamiento se prolongue estas conductas serán interiorizadas por los menores y superarlas les será difícil.
De acuerdo con la investigación, los trastornos más comunes que están desarrollando los niños, niñas y adolescentes durante el confinamiento son depresión, estrés agudo, estrés postraumático, estrés adaptativo y ansiedad.
Estos resultados son consistentes con los estudios que se han realizado a nivel mundial. Según el Observatorio de la Infancia en Andalucía, España, los padres perciben un impacto negativo del aislamiento en los niños en un 47.4 % en la salud mental. Por su parte, un estudio realizado en China reportó un 20 % de casos de depresión en los niños, un mes después del cierre de los colegios.
En este sentido, Diana Ruano, psicóloga de primaria en el Colegio Jefferson, recalca aspectos fundamentales para preservar la salud mental de los menores.
“Debemos crear rutinas con horarios establecidos y anticipados para los niños y jóvenes. Las rutinas siempre son muy importantes, y más ahora, en este momento de incertidumbre, porque les permiten tener una estructura predecible de los momentos del día. Esto, les aporta claridad, tranquilidad, baja los niveles de ansiedad y genera una sensación de seguridad”, señala.
Entre las jornadas sugeridas por esta experta en psicología infantil se encuentran rutinas para la semana con horario para levantarse, desayunar, conocer las tareas del día y tener tiempo para organizarse con tranquilidad, sin prisas o peleas. Así como, rutinas para el fin de semana que les den a los menores la oportunidad de divertirse y realizar actividades que disfruten.
“Es importante que haya una alternancia entre espacios muy establecidos y dirigidos con propósitos claros y otros, donde los niños puedan descansar, tener tiempo para ellos y para estar con su familia”, explica.
Además, destaca el importante papel que juegan los padres de familia o acudientes en conservar la calma de los niños.
“Para ayudar a nuestros hijos es vital establecer espacios que nos permitan entender qué están sintiendo o necesitando. Por ejemplo, crear tiempos para conversar, para ser afectuosos y ofrecerles espacios donde compartan distintas cosas con su familia como cocinar, divertirse con un juego de mesa, ver una película juntos, hacer ejercicio o idear una videollamada con familiares o amigos”, aconseja Ruano.
El Instituto Colombiano de Neurociencias logró determinar también que el 42 % de los niños tienen signos relacionados con alteraciones en las habilidades académicas. Frente a esto, Andrés Cano, padre de una menor de 3 años, sostiene que hay aspectos que desde la virtualidad no han sido fáciles de abordar.
“En esta etapa de su crecimiento y desarrollo creo que lo más importante es la socialización con los compañeros y no poderlos tener ahí, siento que no le ha permitido tener el mismo aprendizaje”, sostiene el padre de familia.