María de las Nieves Fals Fors. M.A
Historiadora del Arte. Crítica de Arte
El miércoles 11 de marzo las artistas plásticas Josefina Garrido, Mayra Ubiera, María Anunziata Roncino, Teidy Mora y Mercedes Ricourt inauguraron la exposición «Mujer, arte y naturaleza» en el Centro Mirador de Santo Domingo.
La rigurosa curaduría de esta muestra estuvo a cargo de Ramón Mesa y las palabras inaugurales fueron expresadas por el reconocido crítico dominicano Abil Peralta.
Estas cinco artistas juntaron sus talentos para traer al encuentro de su público frescura, fantasía, ternura, mundos naturales, verdor de frutos, vuelos de aves fantásticas, miradas reflexivas, dorados y azules, rojos y sobre todo vida y fe.
María Anunziata Roncino, oriunda de San Juan de la Maguana, ha sido profesora de la UASD, es farmacéutica y destacada artista plástica, trabaja diferentes técnicas pictóricas y también la cerámica. Ha expuesto en la Universidad Primada de América, en el Palacio Consistorial, en Casa de Teatro, en el propio centro Mirador, en Galería Abad y el Museo de Arte Moderno, entre otros importantes salones de exposición.
Su obra busca la integración con el mar y con los bosques, con la biodiversidad, en un espacio de coloridos intensos y puros, donde el ser humano se desliza a través de lo eterno y lo infinito.
Josefina Garrido, también sanjuanera, es cantante del Coro Nacional y artista plástica, alumna de Domingo Liz, Leopoldo Pérez, Miriam Miniño, Ezequiel Taveras y otros maestros.
Es egresada con notas meritorias de la Escuela Nacional de artes Plásticas, y ha recibido diferentes Premios y Menciones por su obra artística como pintora y ceramista, como los obtenidos en las jornadas de Artes de la Ferias Internacionales del Libro de Santo Domingo en el 2008 y el 2009.
Participó en la Bienal 26 de Artes Visuales en el Museo de Arte Moderno. Sus obras presentadas se destacan por el uso del desnudo, de las plantas, del paisaje y el manejo de tonos degradados de violetas y verdes que nos llevan a penetrar en la esencia de la vida en todo su esplendor.
Mayra Ubiera nació en la Romana, estudió en Altos de Chavón, también pintora y ceramista, discípula de los maestros Miguel Gómez, Martín Santos y Guillo Pérez. Formada como restauradora de cerámica precolombina en Ciudad Panamá, busca en su arte el reflejo de lo cambiante, de lo mutable y de la eterna evolución del espíritu humano.
La luz, la sensualidad, el verdor, la extroversión, la calidez de las formas y el color, donde la mujer dadora de vida y de fuerza es una ninfa de la tierra que se integra a la flor y a la montaña, caracterizan su obra.
El paisaje, los reflejos del bohío sobre el agua, la belleza de lo pobre y la vegetación exuberante, nos transmiten calma y alegría.
Mercedes Ricourt fue vicepresidenta del Colegio de Artistas Plásticos de República Dominicana, ha expuesto en el Hotel Crowne de Santo Domingo, en el Centro Mirador, en el CODAP, en la Procuradoría Fiscal del Distrito Nacional, y Casa de Teatro, entre otros.
Ha realizado cursos de arte terapia, pirograbado y restauración de pinturas de caballete. Su obra reflexiva, íntima, cargada de lirismo y con dorados profundos, nos conduce al mundo interior, al espíritu del yo, al retorno a la esperanza, mientras blancas hojas resbalan como lágrimas sobre los ojos cerrados.
Teidy Mora, hija de San Juan de la Maguana, también se hizo presente. Ha expuesto en el Centro Cultural Perelló, en la Aldea Cultural Santa Rosa de Lima de la Romana y en el Centro Mirador. Escultora de la fluidez de los metales, del candelón y la caoba centenaria, con una obra llena de espirales, de viajes al pasado y al futuro, donde las figuras tridimensionales cambian de mensaje según la posición física y la actitud mental de los espectadores, vuela como el Ave del Paraíso, entre círculos de sueños y sus giros brillan como hoguera donde refugiarnos en momentos de angustia e incertidumbre.
En medio de momentos tan complejos, donde los virus mutan y las ambiciones humanas nos conducen al absurdo, encontrar estas cinco creadoras con obras sólidas nos ofrece de vuelta la alegría.
En ellas, las encrucijadas de los estilos individuales convergen hacia una meta común de homenaje a la Madre Naturaleza, a la Rea que salió del caos para parir hijos , que sufre, pero que aún contiene la esperanza
Su arte es un poco la vuelta a la cordura, al óvalo mutante de la dulzura potente del yin, en su misteriosa comunión de dos en uno con el yan, del viento `y del cielo, integrando muerte y resurrección, en un círculo virtuoso de amores posibles y de fe en el mañana.
Gracias Centro Mirador, a doña Purísima de León y al resto de sus autoridades, por el banquete de fe y de optimismo, de cristales de copas transparentes que es la exposición «Mujer, arte y naturaleza», gracias por propiciar el compartir y el dialogar, el creer y el hacer, el percibir y mostrar que la vida sigue y que el arte salva.