Margarita Quiroz
A Margarita Cedeño de Fernández y a Leonel Fernández la política los unió y la política los dividió. Ambos estrenaron el 2020 por rumbos diferentes. A Margarita aún le corre sangre morada por sus venas y a Leonel recién le acaban de hacer una transfusión.
Este domingo, quedó todo claro, aunque la propia vice, el presidente interino del partido de Gobierno, Juan Temístocles Montás, y el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, se habían encargado de lanzar «algunas chinitas». Se pasó de la presunción a la acción.
Margarita salió «al son de guerra» por Guerra. Más que a apoyar a Deny Reyes, aspirante a la alcaldía de este municipio se lanzó a la calle del medio a jugársela políticamente. La vicepresidenta de la República se atavió con un jeans, tenis y un t-shirt y gorra morada y recorrió barrios y sectores de esta localidad, recibiendo respaldo de los munícipes.
En tanto, su esposo Leonel Fernández, ahora con sus venas recargada de sangre verde, estuvo por San Pedro de Macorís. Una nota enviada por la Secretaría de Comunicación de la Fuerza del Pueblo explica que su presidente recorrió el municipio cabecera y varias demarcaciones de la provincia, como parte de la agenda de campaña en respaldo a los candidatos municipales de esa organización y las fuerzas aliadas.
El exmandatario estuvo acompañado de los candidatos a alcalde y vicealcalde por esas demarcaciones, Juancho González y Vicenta Santana, detalla la nota.
Cómo comenzó todo. El 4 de octubre pasado, cuando sólo faltaban dos días para las Primarias, la vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández, salió al encuentro de su esposo Leonel Fernández, quien se encontraba caravaneando por varios barrios capitalinos en el cierre de su campaña como precandidato presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), organización política que lo llevó a la presidencia del país en tres ocasiones, y tras subir a la jeepeta ambos se dieron un beso que en segundos se hizo viral en las redes sociales.
Omar Fernández, el hijo del exmandatario, el mismo que la definió recientemente como una «mujer astuta», estuvo en primera fila observando el comentado beso.
Dos días antes, Margarita se presentó en cadena nacional – vestida de verde- el color que identifica la Fuerza del Pueblo, partido creado por Leonel – tras su salida del PLD- para anunciar el respaldo a su esposo.
Finalmente, llegó el día de las Primarias, los resultados automatizados se conocieron el mismo día: Gonzalo Castillo, el otro precandidato por el PLD, ganador. Leonel, quien entendía que su triunfo estaba garantizado, anunció su salida del PLD, reiteró fraude, y pidió a la Junta Central Electoral (JCE) que hicieran una auditoría forense al sistema de cómputo, que por primera vez se implementó en el país.
Todo este maremoto político llevó a Margarita a entrar a una etapa de reflexión, hasta que la semana pasada, en unos de los pasillos del Palacio Nacional, los periodistas que cubren la fuente la cuestionaron por quinceava vez.
Ella habló y claro: «Ya yo he dado pasos muy certeros, pero si todavía queda alguna duda tendré que hablar de una manera más amplia y en otro escenario que no sea en el pasillo. Yo estoy en mi partido, el Partido de la Liberación Dominicana. Este es el partido que yo he militado y el partido que él mismo (Leonel) me enseñó amar», dijo.
¡Pue ná!… como decía Neno Sánchez, un señor de mi campo.