Jennifer Gobrecht a los 17 años, se enteró que era infértil y que no podría tener hijos de manera natural, una noticia que la dejó devastada.
Sin embargo, hoy a sus 33 años, la vida de esta mujer cambió para siempre, ya que pudo cumplir el sueño de convertirse en madre.
Gracias al trasplante de útero de una donante muerta, técnica que se utiliza por segunda vez en los Estados Unidos, más precisamente en Filadelfia, nació Benjamín Thomas Gobrecht, informó BBC News.
Gobrecht sufre del síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (MRKH) o agenesia vaginal, trastorno poco frecuente que afecta al aparato reproductivo femenino, haciendo que la vagina no se desarrolle por completo.