Ricardo Montaner presentó el sábado pasado, bajo lluvia y la algarabía del público, su primer concierto luego de años residiendo en el país y obtener la nacionalidad dominicana. Simplemente, un concierto para recordar.
Montaner nacido en Argentina, criado en Venezuela, y desde la semana pasada con nacionalidad dominicana, presentó su vibrante concierto «Tour 2019» en un abarrotado Palacio de los Deportes de Santo Domingo.
“Este es el primer concierto que hago como dominicano”, dijo, mientras el público no dejaba de aplaudir.
Dijo que desde niño probablemente jamás pudo imaginar vivir un sueño como el de esta noche. Un sueño, que tenía con su esposa Marlene (Rodríguez Miranda, cineasta de Caracas) desde hace varios años, y que Dios le permitía en la ocasión estar en ese escenario, como otro dominicano.
Con Marlene tiene 30 años de matrimonio, ha renovado votos en seis ocasiones.
“Que Dios bendiga a la República Dominicana, les amo, besitos”, exclamó en gratitud.
Fue una noche de muchas canciones e intimidad con el público: habló de su esposa, su hija, de Samaná – donde vive- de música, su nueva nacionalidad y de bachata.
Durante el concierto hubo dos momentos sublimes, el primero cuando cantó junto a su hija Eva Luna y el segundo cuando le confesó al público que había invitado al concierto a «los muchachos» que trabajan en su casa. De inmediato, las luces fueron proyectadas hacia donde estaban ubicados.
Con su hija Eva Luna, el emblemático cantautor de temas románticos interpretó «La Gloria de Dios». Complicidad musical, y familiar, profesándose cariño y respeto. “Se me casa en febrero”, dijo él.
“Este es mi último concierto de soltera contigo”, respondió ella sonriente y feliz.
Montaner siguió interactuando con el público y, entonces, dijo: “Cuando termine este concierto, probablemente la próxima cita sea en unos años (Noooo, interrumpió el público a coro),.