Redacción elDigitalcom.do
“Mi papá fue un guerrero, luchó decididamente contra la muerte, pero al final no hay nadie que pueda vencer a la muerte, también cayó”, lamentó el presidente Medina, en el funeral.
Ayer domingo y hoy han sido dos de los días más tristes del presidente de la República, Danilo Medina. Le tocó despedir a su padre, don Juan Pablo Medina, quien falleció la madrugada del domingo a los 101 años de edad.
El primer mandatario, en medio del dolor, quiso sincerarse ante los cientos de personas que les acompañaron y con sentidas palabras relató cómo su padre sufrió de muchos problemas de salud los últimos seis años de su vida, que lo llevaron a realizarse un procedimiento que no aguantó y que lo mantuvo 38 días interno en la unidad de cuidados intensivos.
Medina siguió diciendo: “Mi papá luchó contra una enfermedad durante mucho años y mucha gente siempre decía que lo peor era la edad, pero estuvo cerca de seis años postrado. Comenzó perdiendo la locomoción y después la voz, pero se mantuvo vivo, luchando. Cada vez que los médicos nos decían que ya no iba a resistir, vencía y ahí quedaba y se quedaba con nosotros porque él era el centro de esta familia”.
“Mi papá fue un guerrero, luchó decididamente contra la muerte, pero al final no hay nadie que pueda vencer a la muerte, también cayó”, lamentó el presidente Medina, en el funeral.
Sin embargo, dijo: “Siento algún tipo de tranquilidad porque papá ya haya partido porque no era posible ver a un hombre vivir en las condiciones como las vivió en los últimos años, porque ya su vida no tenía calidad, era un hombre sometido a cantidades de problemas de salud que ya no podía resistir y ahora que ya ha partido, doy gracias a Dios por el tiempo que lo tuvo con nosotros”.
El tronco de la familia
“Cuando murió mi mamá siempre nos reuníamos todos en la casa de mi papá y mi mamá y yo pensé, bueno se murió mamá, probablemente ya la familia se va a desintegrar y no, seguimos igual, tal vez con mayor intensidad alrededor de papá”, manifestó.
Relató- entonces- cómo tras la muerte de su madre, inició la transición y don Juan se convirtió en el tronco”de su familia.
Valores inculcados
“Mi papá me inculcó a mi valores que los he seguido en toda mi vida, especialmente el valor del trabajo y respeto a los demás, este hombre, fue un hombre profundamente trabajador, tan trabajador que a veces abusaba de nosotros. Yo creo que él entendía que era una máquina, que se ponía a trabajar, incluso sin comer”, destacó. Y reiteró que era una hombre “íntegro, trabajador y humano, con una profunda fe cristiana y que amaba al ser humano, no importaba si lo conocía o no». Recordó que sin importar de quien se tratase, su padre siempre estuvo dispuesto a darle comida al que llegara a su casa.
“Mi familia es una familia honesta, íntegra y eso se lo debemos a papá, como a mamá. Que no se cual de los dos era más radical en la defensa de la vida personal de la dignidad, de la decencia, de la honestidad, de la entrega”, dijo el mandatario.
El presidente a sus hermanos: “Yo creo que no hay razones, mis hermanos y mis hermanas, para sentir tristeza, porque hemos logrado reproducir lo que nuestro padre quería que fuéramos, lo que quiero pedirles es solamente que mantenga la unidad, no se alrededor de quién de nosotros, pero de mi parte nunca estarán solos, estaremos juntos como hasta ahora lo hemos hecho”.
Además, recordó que su padre era una persona sin ambición que no quería nada que no fuera de él y que esa actitud de “entrega total” lo llevó a aprender y conocer las necesidades del campesinos dominicanos, que después tendría en cuenta al momento de realizar sus “visitas sorpresas”.
“Yo sabía que el hombre del campo eran personas honestas, comprometidas que lo único que querían eran oportunidades para producir, lo aprendí con él. Con las visitas sorpresas estoy honrando lo que aprendí con papá”, expresó.